Luego de que el coordinador de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal, propuso incrementar al doble las penas a sacerdotes que cometan lenocinio y corrupción contra menores, la iglesia católica en San Luis Potosí reaccionó a la pretensión de reformar el Código Penal Federal, al exigir un criterio parejo no solamente para quienes se encuentran realizando un servicio dentro de la institución, sino también sobre aquellos políticos o incluso docentes o pastores de otras congregaciones religiosas.
Juan Jesús Priego Rivera, vocero del arzobispado, comentó a propósito de la exposición de motivos que expone el senador por Morena, que los políticos pueden hacer lo que quieran, incluso quintuplicar las penas contra el abuso a menores, pero recordó que existen políticos como Manuel Bartlett o Napoleón Gómez Urrutia, a los que consideró santificados o beatificados por el partido político al que pertenecen.
“Nadie los toca porque son amigos del jefe”, sentenció el sacerdote.
Al ser cuestionado sobre el dato que revela la Conferencia del Episcopado Mexicano en la que se refiere que 101 sacerdotes han sido sometidos a procesos por haber cometido delitos sexuales, dijo que en el caso de San Luis Potosí se mantienen los procesos de cuatro sacerdotes que están por obtener una resolución a través del Vaticano, y su respectivo seguimiento judicial ante las leyes locales.
Sin embargo, agregó que quien cometa un delito debe pagar por ello, pero apuntó que no debe haber solo malos y buenos, donde el bueno es catalogado por quien es su amigo en el poder, aunque no se atrevió a catalogar la iniciativa como una persecución contra el clero, pero si una forma de intimidación.
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vkc