La iglesia católica en San Luis Potosí reconoció cuatro nuevos casos de abuso contra menores de edad por parte de curas pederastas, cuyos expedientes han sido enviados a Roma para esperar si procede la ratificación requerida para separarlos del ministerio sacerdotal, informó el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero.

El sacerdote precisó que se trata de acusaciones directas de parte de las víctimas y los casos son atendidos para su seguimiento judicial a través de la Fiscalía General del Estado (FGE).

“Son nuevos casos de diez años y doce si acaso; son personas nuevas de reciente formación, por eso Dios nos cuide y bendiga porque esto, para dar uno la cara es complicado”, dijo el prelado al ser cuestionado sobre la política que el papa Francisco ha emprendido ordenando no encubrir y abrir la realidad de estos  temas.

Cabrero Romero manifestó que desde el miércoles anterior se formalizó la creación de una comisión especial dentro de la iglesia católica potosina para atender a las víctimas de estos abusos que han sido perpetrados por sacerdotes en San Luis Potosí.

La comisión estará bajo la responsabilidad del presbítero Gerardo Vaglienty Rivera, quien será acompañado por un grupo aproximado de doce personas entre psicólogos y trabajadores sociales, además de algunos otros especialistas.

Agregó que esta comisión ampliará sus servicios tanto a víctimas como a victimarios, es decir, a sacerdotes que hayan cometidos estos abusos, pues en opinión del jefe de la institución, en San Luis Potosí se trata de un comportamiento que no es normal, sino una enfermedad o deficiencia psicológica que tiene que ser atendida seriamente.

Además de que la atención, también se abrirá hacia movimientos apostólicos y los ancianos vulnerables que sufren abuso de algunos sacerdotes.

“Estamos firmes en no encubrir, ¿No están viendo al santo padre que hasta obispos y cardenales los ha bajado de la silla?, porque más a San Luis, quiero lo mejor para San Luis y estas son las denuncias, cuatro, pero si se añaden más se amplían”, sentenció.

El arzobispo destacó que la valoración de estos casos ya se llevó a cabo  localmente y las ratificaciones estarían resueltas por parte del Vaticano en los primeros meses del 2020.

Finalmente, Cabrero Romero reconoció que este tipo de situaciones afectan a la iglesia, pero más aún la credibilidad de quienes ejercen el ministerio sacerdotal o hacia quienes prestan un servicio dentro de la misma.

Sin embargo, aseguró que se trata de un compromiso denunciar los casos de pederastia y apoyar con las autoridades de la institución y judiciales en el avance de las investigaciones que se lleven a cabo para no encubrir a nadie.

sergio.marin@clabsa.com.mx

vkc

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