La rosca de Reyes, desde hace años ha acompañado a las familias de México con un buen chocolate o ponche para las reuniones con motivo del 6 de enero y la llegada de los Reyes Magos a las casas, es una de las tradiciones de influencia europea con las que se comienzan a cerrar las fiestas de Navidad, y que se estima representa la huida y escondite de Jesús tras su nacimiento, para evitar que Herodes lo descubriera.
En la Panaderia Guadalupana, ubicada sobre calzada de Guadalupe #456 en la capital de San Luis Potosí, desde hace más de 20 años, Agustín Zambrano Morales, se dedica a la realización de las roscas tradicionales de forma artesanal, con el fin de preservar las tradiciones de las familias potosinas.
Zambrano Morales, se ha dedicado a la panadería desde sus 12 años como parte de una tradición familiar y por enseñanza de su padre; comenzó como cualquier aprendiz del arte de hacer panes y poco a poco escaló hasta dominar las diferentes técnicas, como lo es la creación tradicional y artesanal de rosca de reyes, que cada 6 de enero, une a las familias.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, el maestro panadero con experiencia de más de 52 años deleitando paladares de potosinos mediante sus creaciones, dijo que las roscas tardan en promedio una media hora en estar listas para comer, entre que se les da forma y se cocinan, así como la revoltura básica de harina, sal, levadura, azúcar y la decoración con fruta, el toque de las mismas, está en la pasión del panadero para que el producto al final se pueda disfrutar por sus clientes.
“Yo seguí con eso, porque este oficio es un amor. La verdad cuando lo haces con cariño te da satisfacciones por donde quiera. Para mí, la satisfacción es cuando ya la cocí, porque aunque no creas, hay fallos y a veces estoy batallando y ahorita las que cocí salieron perfectas como debe de ser, es la satisfacción de ver tu trabajo terminado.”, comentó.
Pese a que es un proceso laborioso, durante los tres días de mayor venta junto a su equipo de trabajo realizan las roscas conforme a pedido, para que el pan que sus clientes llevan a casa, sea del día y no se rezague.
Recordó que en años pasados llegaba, junto a su esposa, hijos y nuera, a realizar cerca de 500 roscas en un día, un trabajo en equipo necesario para forjar la masa, decorar y cocinar al fuego, para tener productos frescos que es lo que los diferencia de la competencia, por lo que pasaban hasta tres días sin descansar para terminar los pedidos solicitados.
La rosca y la pandemia
“En años anteriores la gente estaba formada y apenas salía del horno se entregaban. Aquí es lo bonito, pedido que hacen se lo llevan, no tenemos pan rezagado, aquí es pan del día”, agregó.
Sin embargo, no todo es alegría dentro de la cocina de la que es titular, ya que dijo, este año derivado de la pandemia por Covid-19, las ventas han bajado radicalmente, es decir, de más de 300 roscas al día que elaboraban, para estas festividades de Día de Reyes en promedio, por día, tienen pedidos de cerca de las 100 roscas.
Esto debido a que sus principales consumidores, las escuelas y la mayoría de las oficinas permanecen cerradas por el riesgo alto de contagio que hay dentro del estado y primordialmente en la capital potosina.
A ello, también se suma el incremento de precios de los insumos para las elaboraciones, las cuales han subido por arriba del 10 por ciento de costos en las materias primas, encareciendo el precio final de las roscas.
“En días pasados, un camarada mío me dijo que las rellenas las están dando hasta en 220 las rosquitas chiquitas y el precio es elevado. Aquí una grande de estas te cuesta 300 pesos, porque ayer oí que una muchacha preguntó y le dijeron que 300 pesos y ya un pan de esos te ajusta para una cena, está de buen tamaño y te da una buena porción”, indicó.
Respecto a si considera que la tradición pudiera irse perdiendo, refirió que podrá decaer por la situación económica pero “no la van a dejar morir de plano”, debido a la tradición de poder disfrutarlas en familia, además de tener la esperanza de que la clientela “fiel” de la “Guadalupana” siempre regresa por el sabor y la tradición con la que están hechas “las mejores roscas de reyes”.