Los niños con discapacidad a cargo del DIF Estatal se hacen adultos en las casas hogar de la institución porque las familias potosinas simplemente no quieren o no pueden adoptarlos, así lo reveló la presidenta de la mesa directiva de la institución Lorena Valle Rodríguez quien señaló que son personas que de alguna manera están vulnerables y el estado no se puede desentender de ellos.
Actualmente existen alrededor de un centenar de menores de edad y ya adultos que están a cargo del DIF Estatal, la mayoría de ellos llegan por órdenes judiciales derivadas de situaciones de violencia que viven en sus hogares, carencias alimentarias, abandono e incluso problemas de adicciones de las madres al momento del parto, ya que se dan casos de mujeres que llegan a dar a luz intoxicadas por alcohol o alguna otra sustancia, por lo que el hospital no puede entregar al pequeño a su madre en esas condiciones.
“Tenemos niños desde recién nacidos hasta los 18 años, tenemos muchos bebés, niños en edad preescolar, más grandes y hasta los 18 años, casos aparte son los niños con discapacidad y ya tenemos muchos en estas circunstancias y regularmente pasan a la tutela del estado porque es muy difícil que sean adoptados”.
Añadió que hay aproximadamente 40 niños y jóvenes con alguna discapacidad, que va desde la discapacidad motriz, hasta la sordera, ceguera u otro tipo de circunstancia, la realidad es que raramente algún familiar se acerca a hacerse cargo de ellos y más difícil aún es que una familia externa quiera adoptarlos.
Explicó que por ejemplo cuando hay niños que viven en silla de ruedas, todo el hogar tendría que estar adaptado para ello “imagínense cuando son casas de varios pisos”, esto al margen de la preparación psicológica para las familias para la crianza de un pequeño con discapacidad, por lo que lamentablemente estos niños se hacen adultos dentro de las casas hogar del DIF, tienen 25, 27, 30 años y por su misma condición es difícil que puedan ser independientes completamente y el DIF no va a desatenderlos.