La Semana Santa es un tiempo para recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesús, sin embargo, también representa un periodo de símbolos culturales que convergen en las tradiciones de la entidad potosina.
En San Luis Potosí las celebraciones de la Semana Mayor inician desde el Domingo de Ramos, en punto de las 11:30 de la mañana en la Iglesia de la Compañía comienza una peregrinación hasta la Catedral Metropolitana de San Luis Potosí, como representación de la entrada triunfante que realizó Jesús de Nazaret a Jerusalén.
En la Catedral cientos de fieles con palmas de diversos tamaños esperan en las puertas del templo para unirse a la peregrinación y así empezar la ceremonia dominical.
Posteriormente, la actividad continúa el Jueves Santo con la visita de los Siete Altares (Templo de San Francisco, la Catedral Metropolitana, Templo de San Agustín, Templo de San Miguelito, Templo del Carmen, Iglesia de la Compañía y la Iglesia El Sagrado Corazón de Jesús), costumbre que se convirtió en una tradición para las familias potosinas que acompañan con una oración a Jesús por su crucifixión.
Asimismo, en la noche de este mismo día en los templos de la capital potosina se celebra la representación de la última cena que se conoce como la institución de la eucaristía.
El Viernes Santo los feligreses acuden como cada año a la tradicional crucifixión de Jesús en donde se revive el viacrucis en compañía de los famosos personajes históricos de los pasajes bíblicos.
Por la tarde-noche miles de potosinos, turistas nacionales y extranjeros se dan cita en el primer cuadro de la ciudad para continuar y acompañar a la Virgen de la Soledad en la tradicional Procesión del Silencio, expresión cultural que se ha convertido en una procesión con reconocimiento a nivel internacional después de la peregrinación en Sevilla, España.
La Procesión del Silencio es un ícono de la Semana Santa en San Luis Potosí, ya que desde 1954 más de 30 cofradías participan en el recorrido que se realiza en las principales calles del Centro Histórico y aproximadamente 80 mil espectadores se unen a esta noche de luto.
A partir de las 20:00 horas la guardia pretoriana sale del Teatro de la Paz, con el sonido del clarín se rompe el silencio sepulcral y se dirigen al Templo del Carmen para llamar tres veces a su puerta, las puertas se abren, salen los charros montados en sus caballos para anunciar el inicio de la procesión; capirotes, mujeres, niños y niñas empiezan su peregrinación al ritmo del sonido de tambores y trompetas.
Durante el recorrido cada cofradía presenta su estandarte y los devotos visten colores como el negro, morado, blanco, amarillo, azul, café, entre otros, según su orden religiosa; las mujeres año con año llevan su tradicional rebozo de seda con su peineta y mantilla española, acompañas de una vela que alumbra el camino.
Asimismo, las cofradías representan las 14 estaciones del viacrucis y muestran elementos representativos de la pasión, muerte y crucifixión de Jesús, además de mostrar una imagen representativa de cada congregación religiosa.
La saeta marca el paso que los participantes deben seguir en su cabalgada solemne, los espectadores observan los rostros que simbolizan la pasión y fe de cada participante, lo cual permite vivir en carne propia el dolor de la Virgen de la Soledad.
La última imagen en salir y que cierra con broche de oro la Procesión del Silencio es Nuestra Señora de la Soledad, patrona de los toreros potosinos.
Cabe destacar que la Procesión del Silencio en San Luis Potosí nace el 16 de abril de 1954 por iniciativa de Fray Nicolás de San José y se deriva de la devoción de los toreros potosinos a la Virgen de la Soledad.