Las denuncias de acoso y hostigamiento expuestas en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) reflejan aspectos del clima que se vive en la comunidad estudiantil y plantea preguntas sobre la efectividad de los mecanismos institucionales para la denuncia de estos casos, pues las víctimas prefieren hacerlo público que recurrir a éstos, manifestó Fátima Alvizo, defensora de derechos de la mujer.
Apuntó que ante una nueva manifestación pública, la UASLP debería entender que su protocolo no está funcionando y su “fallido Observatorio de Género no son instrumentos suficientes para detener el tema del acoso”; señaló que es necesario voltear la mirada para saber por qué los alumnos y alumnas “se sienten más seguras exponiendo sus caras y sus nombres que hablando con el personal docente”.
Asimismo, evidenció el hecho de que muchos de los profesores mencionados forman parte de la comunidad estudiantil de la Facultad de Ciencias de la Comunicación desde su fundación, por lo que cuestionó “¿cuántos años llevan en impunidad, cuántas mujeres han violentado, cuántas personas de la comunidad han hecho que se replieguen de sus estudios (…) cuántas personas han tenido que abandonar la escuela?”.
Dijo que esto quizá esté relacionado con la impunidad sistemática en los casos de acoso y hostigamiento que se han denunciado, por lo que los directivos de las instituciones deberían dejar el discurso institucional de que no hay denuncias y cuestionarse por qué no se emplean los canales institucionales.
Indicó que de esta entidad académica egresa la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación, lo que además habla de “cómo está el medio para las reporteras, periodistas y comunicadoras”.
Otro punto que consideró a destacar es el hecho de que no solo mujeres denuncien acoso, también miembros de la comunidad de diversidad sexual refieren casos de homofobia, lo que revela que la violencia patriarcal y machista no solo se manifiesta contra las mujeres.
Finalmente, mencionó que la parte que no se ve del acoso y hostigamiento en las entidades académicas es que impactan en la vida estudiantil y muchas veces obligan a las víctimas a abandonar sus estudios o a cambiar de unidad académica.
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