Este 2018, la Procesión del Silencio de San Luis Potosí cumple 65 años, se trata de una tradición que ha logrado posicionarse como la más grande e importante del país. Lupita Romo fundadora de la tradición, la explica como un acto de luto y acompañamiento a la Virgen de la Soledad por la Pasión de Cristo.
"Nace de la devoción de los toreros a la Virgen de la Soledad que cada Viernes Santo iban al sermón del pésame al Templo del Carmen; la Virgen es una imagen que se le atribuye y tiene mucha tradición porque esa noche camina con nosotros", explicó.
Esta procesión está conformada por 2 mil personas, de 30 cofradías pertenecientes a diversas iglesias de la zona metropolitana, quienes asisten vestidos de colores distintivos y así conforman las 14 estaciones del Viacrucis.
Quizá los participantes más notables son los cofrades nazarenos que van ataviados con capirote, antifaz y capa, algunos van descalzos haciendo así más dura su penitencia, otros portan cruces, van con el rostro cubierto y algunos incluso caminan con cadenas atadas a sus tobillos.
"Vamos caminando porque simboliza el camino al calvario, este año va a ser más en silencio porque los visitantes lo que quieren es paz para poder meditar, eflexionar y retroalimentarse con nuestra participación, únicamente se escuchará el toque de clarín a las afueras del Templo del Carmen", precisó.
Hoy en día, es la única procesión en México que representa todas las estaciones del Viacrucis, fue declarada parte del patrimonio cultural del estado, así como el acto cívico y religioso más importante de la entidad, que anualmente convoca a miles de visitantes nacionales y extranjeros.
vkc