Apenas pasa el medio día y don Jaime Martínez se quita el traje después de salir de los juzgados, sus actividades de litigio quedan pausadas para ponerse el mandil y preparar los mejores antojitos de la gastronomía potosina desde el corazón del Centro Histórico.

Tiene un sin número de recuerdos de su infancia corriendo en los pasillos del Mercado Hidalgo, su abuela, la señora Juana Cervantes inició con la Taquería La Pasadita en las escalinatas del mercado, sin embargo, poco a poco se popularizó por el sazón y la forma única de servirlos, y al paso de los 52 años de historia, sigue siendo uno de los lugares predilectos para degustar la gastronomía típica de San Luis Potosí.

Desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, el comal no deja de tronar, los mismos clientes atestiguan que no hay mejor lugar en San Luis para degustar tacos rojos, flautas, enchiladas, tostadas, quesadillas, taquitos de machitos y bistec, todo se puede acompañar con una pieza de pollo, pata de puerco o un chile relleno.

Tradición, sabor, amor y calidad, taquería La Pasadita se convierte en ícono de la gastronomía potosina
Tradición, sabor, amor y calidad, taquería La Pasadita se convierte en ícono de la gastronomía potosina

Foto: Angélica Ortíz

Entre lo más buscado por los clientes son los tacos rojos. Los sobrinos y nietos que también atienden el lugar conocen muy bien cada detalle para que el sabor sea inigualable, el comal debe de estar bien aceitado y los suficientemente caliente para que las tortillas después de pasar por el chile rojo puedan freírse ligeramente, posteriormente se rellenan de queso; ya en el plato se acompañan con papa y zanahoria cocida y freída también, el plato se vuelve un festín de sabores con la mezcla de lechuga, queso, crema, cueritos y lo que el cliente pida, pollo, puerco o chile relleno.

Don Fausto, miembro de la familia fundadora narra que el secreto para mantenerse vigentes durante estos 52 años ha sido el amor que se pone a cada platillo, además de mantener la calidad como desde el primer día.

Este negocio se ha convertido en mucho más allá que un trabajo, ha sido el soporte de cuatro generaciones, representa la unión, el compañerismo y unión de toda una familia, "Nos ha dado para poder estudiar y poder trabajar, la taquería nos dio para nuestros estudios y nos está dando para la de nuestros hijos, de aquí dependen 12 familias, no es sólo nuestra fuente de empleo es algo que amamos".

Tradición, sabor, amor y calidad, taquería La Pasadita se convierte en ícono de la gastronomía potosina
Tradición, sabor, amor y calidad, taquería La Pasadita se convierte en ícono de la gastronomía potosina

Foto Nancy Hernández

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