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La vigorexia es un trastorno de la conducta alimentaria que, al igual que la anorexia, aparece como consecuencia de una imagen corporal distorsionada. Normalmente afecta a varones que se perciben como "demasiado delgados" y con insuficiente masa muscular, y como consecuencia realizan ejercicio físico de manera continuada y exagerada, rechazan alimentos grasos e incorporan a su dieta gran cantidad de proteínas e hidratos de carbono. Este trastorno también recibe el nombre de "anorexia atlética", detalló el coordinador de Gestión Médica IMSS, Juan Alberto Martínez Andrade.
Quienes padecen vigorexia pasan más de dos horas ejercitándose, inclusive varias veces al día, repercutiendo no sólo en su salud física, sino también en lo social.
Como todo trastorno, es complicado que las personas acepten que lo padecen, y se someten a dietas rigurosas y jornadas extensivas de ejercicio, sólo para mejorar su aspecto físico.
Con frecuencia, la vigorexia afecta a personas de entre 18 y 35 años de edad y se asocia a un abuso del consumo de complejos proteicos y de anabolizantes derivados de la testosterona, los cuales pueden presentar efectos secundarios como impotencia, acné, aumento de glándulas mamarias, caída del cabello, cambios de humor, y en los peores casos problemas cardíacos, según enfatizó el coordinador de Gestión Médica del IMSS.
"En el sentido psicológico la ansiedad produce estrés y el estrés es la enfermedad de nuestros tiempos, porque te puede llegar a provocar un infarto por ansiedad, pero también por exceso de ejercicio, estar sometiendo a tu corazón a un trabajo más allá del que está acostumbrado", explica.
Un médico especializado, así como un entrenador y un nutriólogo que guíen a la persona, pueden ayudar a generar una sana disciplina del ejercicio, sin cruzar la delgada línea de la obsesión.
“Si eres disciplinado, te alimentas bien y descansas bien, los avances van a venir solos, no es necesario usar esteroides y anabólicos para nada", finalizó el entrenador Luis Enrique Trejo.
maria.hernandez@clabsa.com.mx
apl