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Real de Catorce fue el primer municipio de la entidad potosina en recibir el distintivo como pueblo mágico en el 2001, en este mes el también conocido como pueblo fantasma cumple 20 años de trayectoria en esta selecta lista, por lo que el Gobierno del Estado de San Luis Potosí a través de la Secretaria de Turismo, entregó un reconocimiento por trabajar de forma permanente en conservar el nombramiento.
El reconocimiento fue entregado por la titular de la Sectur, Patricia Véliz Alemán, a la alcaldesa María Guadalupe Carrillo Rodríguez.
En el evento se entregaron 49 credenciales a guías locales que los acredita como Guías Turísticos en el tema “Interpretación Ambiental”, mismos que recibieron el sello “Safe Travel”, distintivo que también se entregó al Hotel Villa Rincón de la Catrina y el Museo Minero Hacienda Santa Ana.
De igual manera, se entregó su Registro Nacional de Turismo (RNT) al hotel “Corral del Conde”, hotel “Mina Real” (Real de Catorce y Matehuala), hotel “Los Arcos”, Hotel Hospedaje “Alex” y Villa Rincón de la Catrina.
De Pueblo Fantasma a Pueblo Mágico
Foto: Nancy Lizet Hernández
Durante décadas este Pueblo Mágico estuvo desierto, apenas con ancianos y familias. Hasta los años setenta empezó a repoblarse, gracias al turismo que venía en busca del peyote. No había hoteles, sólo casitas que alquilaban cuartos y fondas modestas con menús caseros. Pronto se agregaron otros viajeros, que le han dado diversidad al pueblo: extranjeros que buscan pueblos secretos, peregrinos que veneran a Panchito, los huicholes y sus artesanías, poetas y bohemios.
Real de Catorce se convirtió en el primer pueblo mágico del estado, actualmente es uno de los sitios más visitados recibiendo no sólo turistas locales, sino nacionales e internacionales que acuden a descubrir el enigma que guarda este lugar popular también por la producción de cactáceas como el peyote.
El nombre completo de este Pueblo Mágico es Real de Minas de la Limpia Concepción de Guadalupe de los Álamos de Catorce, y el término catorce proviene de una banda de ladrones que robaban en los caminos y, al ser aprehendidos y ahorcados, sumaron catorce ejecutados. No hay que confundir Real de Catorce con Los Catorce, una pequeña ranchería que apenas junta a sesenta familias, ni con Estación Catorce, donde llegaban los trenes con los peregrinos que visitaban a Panchito.
