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¿Cómo se llaman los emblemáticos ocho barrios de San Luis Potosí?

Descubre los barrios históricos de San Luis Potosí, llenos de fe, arquitectura y cultura viva en un recorrido ideal para el turismo cultural

Conoce los barrios mas emblemáticos de San Luis Potosí, donde la tradición y la identidad potosina siguen vivas. Foto: Wikipedia.
27/06/2025 |14:11
Fabiola Hidalgo
Redactora en los sitios regionales de EL UNIVERSALVer perfil

San Luis Potosí, capital de historia, fe y tradición, guarda en su corazón siete barrios emblemáticos que, más allá de su valor religioso, conservan la esencia viva de la ciudad. Fundados entre los siglos XVI y XVII, estos barrios nacieron como pueblos originarios, con identidad propia, y fueron el germen del San Luis que hoy conocemos.

Cada uno posee un encanto particular, reflejado en sus templos, plazas, leyendas y arquitectura. A continuación, te llevamos a un recorrido por estos barrios, ideales para los amantes del turismo cultural y quienes buscan conocer el alma potosina.

Foto: Secretaría de Turismo de SLP

Barrio de Tlaxcala: Cuna de los primeros pobladores

Considerado el más antiguo de los siete, Tlaxcala fue fundado por familias tlaxcaltecas que convivían con los guachichiles. El barrio nació bajo la advocación de Nuestra Señora de los Remedios y más tarde se asoció a la Virgen de la Asunción. Se localiza al norte de la ciudad, cerca del actual río Santiago.

El templo y el convento franciscano de Tlaxcala, iniciados en 1605, aún conservan gran parte de su estructura original. Su arquitectura y el rescate de elementos históricos, como portones y arquerías, lo hacen uno de los rincones más emblemáticos para explorar.

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A través de MetroRed podrás conocer dos de los siete míticos Barrios de San Luis Potosí. Foto: Xochiquetzal Rangel

Barrio de Santiago: Historia, arte y tauromaquia

Ubicado al poniente de Tlaxcala, el barrio de Santiago se fundó en 1593, también con guachichiles. Su templo, dedicado a Santiago Apóstol, guarda una valiosa colección de arte sacro que incluye óleos del siglo XVIII y una imagen de San Miguel Arcángel.

Santiago fue un centro de vida social y cultural, albergando dos plazas de toros y el antiguo Teatro Arista. Sus espacios verdes, como el Jardín de Santiago, invitan hoy a caminar por la historia.

Foto: San Luis Potosí Turismo.

Barrio de San Sebastián: Barroco con raíces agustinas

El barrio de San Sebastían surgió gracias a la labor evangelizadora de los agustinos, quienes fundaron su monasterio en 1603. Los indígenas asentados en la zona recibieron terrenos para vivir y poco a poco, se conformó la comunidad que hoy conocemos.

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La iglesia de San Sebastián, iniciada en 1708, destaca por su estilo barroco de cruz latina. Su altar mayor, de manufactura francesa, y sus cruceros neoclásico y neogótico, muestran la evolución estética del lugar. Ideal para los amantes de la arquitectura religiosa.

Foto: San Luis Potosí Turismo.

Barrio del Montecillo: Entre ferrocarriles y fervor

Fundado en 1600 y habitado por tarascos y otomíes, el Montecillo creció separado del centro por huertas y lagunas. Su población trabajó en las haciendas de plata y más tarde vivió el auge del ferrocarril, con la construcción de dos importantes estaciones.

El templo de San Cristóbal del Montecillo, cuya fachada original fue modificada en el siglo XX, guarda elementos coloniales y una escultura del santo patrono que, según la tradición oral, proviene de Guatemala. Un punto esencial para comprender el desarrollo industrial y urbano de la ciudad.

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Foto: Samuel Estrada

Barrio de San Miguelito: Tradición viva en cada rincón

San Miguelito nació en 1597 al pie del cerro, con tres comunidades distintas que dieron origen a sus sub-barrios. Su actividad principal fue la producción de leña y carbón, y fue atendido espiritualmente por los franciscanos.

Su templo barroco, terminado en 1752, destaca por su fachada de cal y canto, única en la ciudad. Las calles empedradas y su emblemático jardín hacen de San Miguelito un espacio lleno de encanto para quienes buscan un ambiente bohemio con historia.

Foto: San Luis Potosí Turismo.

Barrio de San Juan de Guadalupe: Fe mestiza en Tierra Blanca

Fundado hacia 1616 por mestizos y mulatos, San Juan de Guadalupe se desarrolló en terrenos alejados conocidos como Tierra Blanca. Su templo comenzó a construirse en 1800 y hoy conserva una singular fusión de arte sacro.

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En su altar mayor se representa el binomio que le da nombre al barrio: San Juan Evangelista y la Virgen de Guadalupe. Pasear por sus calles es adentrarse en un legado mestizo que conserva su esencia.

Foto: San Luis Potosí Turismo.

Barrio de Tequisquiapan: Aguas, huertas y espiritualidad

Con un nombre que en náhuatl significa "lugar de tequesquites", el barrio de Tequisquiapan nació hacia 1593. Se distinguió por su riqueza hídrica, huertas y cultivos que abastecían a la ciudad.

El actual templo de Nuestra Señora de los Remedios fue inaugurado en 1973, luego de una larga historia de construcciones y demoliciones. Sus jardines y arquitectura moderna lo convierten en uno de los barrios más visitados por locales y turistas.

Foto: San Luis Potosí Turismo.

Barrio El Saucito: El más reciente, pero con siglos de historia

Recientemente reconocido como el octavo barrio de San Luis Potosí, El Saucito cuenta con más de 200 años de historia. Su identidad gira en torno al Señor de El Saucito, cuya imagen se dice apareció en un tronco de sauce. Su panteón es uno de los más antiguos y grandes del estado, donde abundan leyendas urbanas y personajes célebres como Juan del Jarro.

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El barrio es también famoso por su gastronomía local, destacando platillos como el menudo, las tostadas borrachas y el tradicional pulque. La fiesta patronal, celebrada entre febrero y marzo, es uno de los eventos más coloridos y esperados de la capital.

Foto: Yo Amo San Luis.

Descubre el alma de San Luis en sus barrios históricos

Explorar los siete barrios tradicionales de San Luis Potosí es una experiencia que trasciende lo visual. Es caminar por siglos de historia, identidad y tradición viva. Cada barrio cuenta con su plaza, su templo y su comunidad orgullosa de preservar la herencia que los define. Sin duda, una ruta obligada para quienes buscan conocer el verdadero corazón potosino.

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