Cada Viernes de Dolores, justo antes del inicio de la Semana Santa, cientos de familias potosinas colocan en sus hogares el tradicional Altar de Dolores, una ofrenda que rinde homenaje al dolor que la Virgen María vivió ante la pasión y muerte de Jesucristo, su hijo.

El Altar de Dolores se monta el viernes anterior al Domingo de Ramos y representa los dolores que, según la tradición católica, sufrió la Virgen.

Rosa Isela, catequista y devota de la Virgen de Dolores, explica que uno de los elementos esenciales son los espejos, que se colocan para representar la introspección y el reflejo del alma, también expresan el sufrimiento de la Virgen María ante el dolor de la crucifixión de su hijo.

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Incluir veladoras o cirios morados y blancos también es esencial. Estos simbolizan el luto y la pureza. Cabe destacar que las velas deben ser en número impar, preferentemente siete en alusión directa a los dolores de la Virgen.

Foto: Jazmín Ramírez EL UNIVERSAL
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Las flores son otro componente del altar, pero las más utilizadas son las blancas, como alhelíes o lirios, que evocan la pureza de María.

También se puede complementar con papel picado en colores solemnes como el morado, que representa el sacrificio, o el blanco, símbolo de esperanza y juntos representan la fragilidad de la vida humana.

Foto: Jazmín Ramírez EL UNIVERSAL
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Uno de los distintivos más reconocibles del altar son las aguas de colores, que no sólo decoran, sino que representan los sentimientos humanos: el agua roja alude al amor, la amarilla a la tristeza, la verde a la esperanza, y la morada al duelo.

Foto: Jazmín Ramírez EL UNIVERSAL
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Estas aguas se preparan con anilinas naturales y se colocan en vasos de cristal que decoran todo el altar.

No pueden faltar las naranjas con banderitas de papel dorado, que simbolizan el dolor y la amargura de la Virgen.

Además, en muchos hogares se acostumbra poner trigo germinado en vasos, llamados Verónicas los cuales representan la renovación y la promesa de vida después del sufrimiento.

El centro del altar debe tener una imagen de la Virgen Dolorosa, muchas veces representada con lágrimas y un corazón atravesado por espadas.

Algunas personas también colocan una cruz, una biblia abierta o incluso una pequeña imagen de Cristo.

Y tapetes de semillas, pétalos o aserrín que representa el espíritu creativo.

Foto: Jazmín Ramírez EL UNIVERSAL
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Montar un Altar de Dolores no es solo seguir una tradición religiosa, sino mantener viva una expresión de identidad cultural que ha pasado de generación en generación.

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Esta práctica, llena de misticismo y significado, no sólo es una expresión de fe, sino también una forma de preservar una costumbre profundamente arraigada en la cultura religiosa del país.

Altar de Dolores monumental en Palacio de Gobierno

Cómo parte de la tradición, el Gobierno del Estado de San Luis Potosí instaló un altar monumental en el vestíbulo del Palacio de Gobierno, ubicado en el Centro Histórico.

La estructura que ya está abierta al público, se ha convertido en un atractivo para visitantes y potosinos que desean vivir de cerca está costumbre llena de simbolismo y espiritualidad.

El altar fue elaborado respetando todos los elementos tradicionales: velas, germinados, espejos, flores moradas y blancas, además de estar decorado con un trabajo artesanal notable.

Foto: Jazmín Ramírez EL UNIVERSAL
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Este altar permanecerá expuesto durante los días previos a Semana Santa y se puede acudir a admirarlo como parte del rescate y la preservación de las tradiciones.

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