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El mole Doña María es uno de los productos culinarios más emblemáticos de México, su origen se remonta a la primera mitad del Siglo XX en San Luis Potosí, fue creado por María Pons Nicoux, una mujer pionera y visionaria que, a pesar de enfrentar grandes dificultades desde temprana edad, logró construir una empresa sólida y próspera.
¿Quién fue María Pons Nicoux?
María Marta Catalina Pons Nicoux, nacida el 13 de agosto de 1893 en San Luis Potosí, México, fue una destacada miembro de la familia Pons Nicoux. Hija de Pierre Pons Sermand y Eugénie Nicoux Hepting, creció en un ambiente familiar numeroso junto a sus seis hermanos.
Provenía de una familia con raíces europeas, marcada por las experiencias migratorias de su padre y sus abuelos maternos, así como por la muerte prematura de su padre en 1901.
Contrajo matrimonio en dos ocasiones: primero con Antonio Moncada Villanueva, de quien se divorció tiempo después y posteriormente con Peter Degetau Wegener, con quien compartió sus últimos años de vida. María falleció el 5 de mayo de 1974 en su ciudad natal, a los 80 años de edad, siendo sepultada en el Cementerio del Saucito en San Luis Potosí.
Según datos biográficos de la Fundación Herdez, a lo largo de su vida, María se vio influenciada tanto por el espíritu empresarial heredado de su padre como por los desafíos de la Revolución Mexicana, los cuales le enseñaron a adaptarse y prosperar en medio de la adversidad.
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¿Cómo surgió el mole Doña María?
El Hotel Progreso, fundado en 1870 por Alberto y Eugenio Nicoux, hermanos de María, destacó desde sus inicios por la deliciosa cocina francomexicana que en él se servía. María era la encargada de la cocina del emblemático hotel. Durante su estancia en él, su mole comenzó a ganar reconocimiento entre los comensales así que decidió comercializarlo en polvo (envasado en bolsas de celofán).
Posteriormente de la mano de su esposo Peter Degetau, fundaron Productos Marpe lugar en el que se consolidaría lo que hoy conocemos como Doña María. Una vez consolidada la empresa, Pons Nicoux impulsó la inclusión laboral femenina y expandió la distribución de su mole a nivel nacional e internacional.
Bajo su liderazgo, la compañía se destacó por su innovación en maquinaria y procesos de producción. Además, se caracterizó por una administración prudente y equilibrada que permitió su expansión.
Hoy por hoy el hotel es considerado el más antiguo del estado y pertenece a una de las cadenas más importantes a nivel mundial. Sin embargo, se dice que aún conserva detalles representativos del año de su fundación.
Para finales de la década de los 60, María vendió la empresa a Herdez, que aún es dueño de la marca, y decidió retirarse. Sin embargo, a pesar de su retiro, el legado de Doña María ha perdurado a través del tiempo.
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¿Por qué Doña María Pons es tan relevante en la gastronomía mexicana?
Hoy en día es común pensar que una mujer puede emprender e industrializar un platillo tan característico como el mole mexicano. Sin embargo, en la década de los 40, cuando inició el camino hacia lo que hoy conocemos como Doña María, era un verdadero reto poder llevar un producto alimenticio tan representativo a las mesas de todos los mexicanos.
El impacto de este mole envasado en la industria alimenticia ha sido tan grande que estamos prácticamente cerrando el primer cuarto del siglo XXI y aún es relevante hablar del legado de su creadora y cómo éste ha cruzado fronteras hacia la comunidad mexicana en Estados Unidos.
Además ha logrado, sin proponérselo, ser punta de lanza en sostenibilidad gracias a la reutilización de los vasos que contienen el producto.
