En el corazón de la capital potosina existe un espacio que se ha convertido en testigo de la historia culinaria de la región: el Rincón Huasteco, un restaurante familiar que cumplió 34 años de existencia y que, lejos de ser un negocio más, representa la permanencia de la cocina tradicional de la Huasteca en un entorno urbano cada vez más marcado por la globalización gastronómica.

El establecimiento, ubicado en la avenida Cuauhtémoc, abrió sus puertas en 1991 bajo la dirección de Taurino Galván Valencia, originario de Tamazunchale.

Ingeniero de formación, Taurino Galván descubrió su verdadera vocación mientras estudiaba en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP): entre clases y exámenes, compañeros y profesores le pedían que llevara productos de su tierra, desde cecina y chorizo hasta queso y el emblemático zacahuil. Lo que empezó como un intercambio estudiantil terminó por convertirse en un proyecto de vida.

Lee también:

Con el paso de los años, aquel sueño tomó forma hasta convertirse en un restaurante que ha trascendido generaciones. El Rincón Huasteco no solo ha servido comida: ha contado historias. En cada plato, desde las enchiladas huastecas hasta los bocoles o zacahuiles, se preserva la esencia de una región donde la gastronomía es identidad.

Foto: Rincón Huasteco
Foto: Rincón Huasteco

El reconocimiento a esta labor no ha tardado en llegar. A lo largo de su trayectoria, el restaurante ha sido nominado en siete ocasiones a la lista de los 250 mejores del país, y en 2021 obtuvo la distinción Trayectoria de Éxito, otorgada por una fundación potosina que destacó su permanencia y calidad. Además, formó parte del México Gastronómico, la guía que reúne a los 120 mejores restaurantes del país, durante los años 2016 y 2017.

Pero los premios no son lo único que lo ha colocado en la memoria colectiva. A lo largo de más de tres décadas, figuras de la política y la música han probado su cocina, entre ellos los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, así como el cantante Enrique Bunbury.

Para los comensales frecuentes, sin embargo, la verdadera relevancia del lugar está en que sigue siendo un punto de encuentro familiar donde la tradición se transmite de generación en generación.

La celebración de su 34 aniversario fue más que un festejo: fue una oportunidad para reflexionar sobre cómo la gastronomía se convierte en patrimonio cultural.

Foto: Rincón Huasteco
Foto: Rincón Huasteco

En una época en la que los sabores locales suelen diluirse ante las cadenas internacionales, el Rincón Huasteco se ha mantenido como un símbolo de resistencia cultural, ofreciendo a San Luis Potosí un recordatorio de la riqueza y diversidad de la Huasteca.

Google News

TEMAS RELACIONADOS