Un buen taco rojo potosino se disfruta relleno de queso, acompañado con papas, zanahoria, lechuga, crema, queso, cueritos o una pieza de pollo y bañados en salsa, eso lo sabe bien Román Vargas, actual dueño de "Los Agachados" el primer puesto de comida en ofrecer tacos rojos en la capital potosina, desde hace 62 años.
Con el objetivo de ayudar a la difícil economía familiar, en 1960, la señora Natalia González y la señora Diega Henrández, madre y abuela respectivamente del señor Román Vargas, iniciaron vendiendo taquitos rojos, armadas con canasta, un asadero de carbón y una lámpara que funcionaba con petróleo.
Comenzaron vendiendo afuera del bar "La Nueva Fama Bar", ubicado en la esquina de Manuel José Othón y Constitución, contra esquina de la Alameda Juan Sarabia, en donde poco a poco fueron haciéndose de los clientes que principalmente salían del establecimiento a comer o cenar, pues vendían desde las 15:00 hasta las 3:00 horas de la madrugada.
Entre constancia, aprendizaje y nuevos clientes el puesto de comida fue creciendo poco a poco hasta convertirse en un referente de la gastronomía típica potosina, pues a más de 60 años de ofrecer antojitos mexicanos, "Los Agachados" siguen siendo los tacos rojos preferidos de miles de potosinos y visitantes de la capital.
En entrevista para EL UNIVERSAL, Román Vargas explicó que los mismos clientes y personas que pasaban por la zona comenzaron a llamarlos "los agachados" debido a las sillas que su abuela y madre utilizaban para que los comensales pudieran degustar sus antojitos en el mismo lugar.
"Ellas traían unas bancas y banquitos de madera de tres o cuatro patitas, entonces se sentaban como si estuvieran en cuclillas, empezaban a comer y la gente quedaba tan agachada que los que pasaba los miraban y ellos decían un día: 'venimos a cenar con los agachados'. Entonces el nombre se le quedó así porque la gente comenzó a identificarlo así", precisó.
No sólo el nombre fue lo que comenzó a llamar la atención de las y los potosinos, si no el sazón de la comida, pues los taquitos rojos, según indicaron los dueños, son hechos con amor y los mejores productos de la región, que los hace destacar de otros lugares en donde se ofrecen los tacos rojos.
"Otra gente que viene de fuera le llama enchilada, aquí nosotros para distinguirlo de la enchilada potosina le llamamos taquito rojo o taquito potosino (...) el taquito rojo para prepararlo debe hacerse con su tortilla especial, cierto tamaño para el taco, se moja en el chile rojo, se mete a guisar en el aceite, se prepara con las típicas papitas, zanahoria y lo que el cliente pida, ya depende del gusto de cada quien", comentó Román.
Con el paso del tiempo y tras la muerte de las dos mujeres que iniciaron con uno de los lugares de gastronomía típica de la capital potosina, el negocio permaneció entre familia para que la receta y el sazón no se perdiera; sin embargo, su ubicación sí se ha ido modificado, pues de estar en la esquina entre Manuel José Othón y Constitución, se acercaron más al Centro Histórico, pero hace seis años fueron reubicados a la Alameda Juan Sarabia frente a la Iglesia del Carmen.
Actualmente Román junto a su esposa e hijas atienden el negocio de comida de lunes a viernes y sus hermanos de sábado a domingo, en un horario de 17:00 a 12:00 de la noche o hasta que se termine todo, pues ahora además de ofrecer tacos rojos, también cuentan con otros antojitos como pambazos, gorditas, enchiladas potosinas, entre otros.
Pese a que tiene una gran variedad de antojitos mexicanos, sus clientes que acudían de niños cuando su mamá aún vendía, siguen prefiriendo cenar los tradicionales tacos rojos.
Román invitó a la ciudadanía y visitantes a poder degustar sus tacos rojos para que comprueben el verdadero sabor de la tradición potosina, pues afirma que "hay un dicho que dice que si vienes a San Luis y no comes lo que es taquito rojo o enchiladas potosinas es como si no hubieras visitado San Luis Potosí".