Una de las prácticas más comunes en Año Nuevo es la de crear una lista de propósitos para cumplir en el año entrante. Éstos generalmente tratan sobre mejorar algunas cuestiones de uno mismo, algunos hábitos y alcanzar metas que no se pudieron completar en el año que culminó.
Uno de los propósitos más comunes es el de comenzar a ejercitarse, ya sea acudiendo al gimnasio, realizar algún deporte, o bien, en un plan más económico (o incluso gratuito) salir a caminar, a correr, a andar en bicicleta o a ejercitarse con aparatos que se encuentran en parques urbanos.
En un recorrido que hizo EL UNIVERSAL San Luis Potosí en varios gimnasios de la zona centro de la capital potosina se reveló que, si bien, mucha gente empieza “con toda la actitud” el año y se inscribe a estos centros de ejercicio, terminan por desertar en un par de meses.
Asimismo, los entrenadores consultados revelaron que las personas que más se suelen integrar en enero son aquellos que han sido clientes intermitentes durante todo el año pero que, al iniciar un nuevo ciclo, se proponen volver.
Tristemente, señalaron que el propósito sólo les dura un par de meses o incluso semanas. Suelen regresar en julio, para “continuar con el hábito” pero, después de un tiempo vuelven a desaparecer. Por esto mismo, invitaron a la población a no desertar de sus propósitos ya que ejercitarse conlleva a una vida más saludable.