Como meta para el 2020 el gobierno de la capital buscará reducir a 700 millones de pesos la deuda que heredó de administraciones pasadas, así lo dio a conocer el tesorero municipal, Rodrigo Portilla Díaz.

Destacó que ya se logró reducir la cantidad en un 42 por ciento, por lo que se buscará disminuir en más de un 50 por ciento durante este 2020.

De los 700 millones de pesos en los que se pretende quede la deuda heredada, 400 millones corresponde a la deuda bancaria contraída por pasadas gestiones a largo plazo, y el resto, de 300 millones de pesos, 200 millones son de pasivos a proveedores.

No obstante, dijo que siguen en gestiones con proveedores por 100 millones de pesos, de los cuales 50 millones sí fueron debidamente registrados, pero otra cantidad similar no fueron registrados o no hay contratos, sobre todo en el trienio anterior, por lo que sugirió a los afectados interponer demandas contra quienes resulten responsables.

En cuanto a los contratistas, el tesorero capitalino adelantó que se reflejará un aumento en ese rubro, “puesto que por instrucciones del alcalde, Xavier Nava, no se les pagó hasta que confirmaran que habían terminado la obra asignada y demostraran la calidad de la misma”.

Sin embargo, aseguró que durante enero, febrero y marzo de este año se comenzará con esos pagos, ya que se cuentan con los recursos necesarios para cubrirlos.

apl

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