La iglesia católica potosina se mantiene preocupada por algunas manifestaciones de odio contra la institución que han derivado en algunos casos, en robos de artículos de gran valor para el culto o bien por una serie de actos vandálicos que en ocasiones representan enormes gastos para poder ejecutar una rehabilitación correcta.

Aun cuando no se ha cuantificado el valor material, se sabe que algunos templos como la propia Catedral Metropolitana han sufrido estos ataques, así como la iglesia del barrio de San Miguelito y la Basílica de Guadalupe, pero más recientemente el robo de un sagrario que contenía hostias, sustraído de la capilla de San José Obrero de la colonia Hogares Ferrocarrileros sumando ya cuatro los eventos en lo que va del presente año.

Al respecto, el vocero de la iglesia católica Juan Jesús Priego Rivera reconoció que muchos de los templos aún mantienen piezas de gran valor como pinturas o estatuas, así como cáliz que deben ser cubiertos por materiales preciosos, de ahí que el riesgo de robo a los templos es una constante que obliga a la iglesia a tratar de mantener urgentemente un acercamiento con las fuerzas de seguridad para ver la posibilidad de que se diseñen mecanismos que garanticen el resguardo de los inmuebles.

Más aún ha habido manifestaciones como el disparo de gotchas a la fachada de la Catedral Metropolitana o el grafiti en recintos católicos que implican un problema debido a que el retiro y la restauración de estos materiales deben hacerse con absoluto cuidado y atendiendo en algunos casos a las normas que establece el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Jesús Villar Rubio, titular del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura, refirió que no existe un estimado del monto de afectación causado al patrimonio de los inmuebles religiosos, sin embargo, son muchos los espacios que requieren del rescate y de la intervención de las autoridades especializadas para dar un adecuado mantenimiento o restauración de las piezas.

Casos como un cuadro de la Última Cena en el municipio de Charcas, ya fue solicitado para ser considerado dentro del Fondo de Apoyo a Comunidades para Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA), no obstante, no tuvo éxito y su recuperación aún tendrá que esperar.

Para evitar el robo, algunos párrocos han optado por resguardar objetos de valor, sin embargo, éste no se realiza bajo los estándares requeridos y pueden sufrir un deterioro aun mayor, según refiere Villar Rubio.

Aseguró que para ejecutar el mantenimiento y conservación de los bienes religiosos, implica disponer de cantidades millonarias, así que en la mayoría de los casos queda bajo la iniciativa de los propios sacerdotes el allegarse de recursos para tratar de iniciar un trabajo de recuperación.

Por otro lado, Juan Carlos Machinena Morales, titular del INAH, señaló que en estos saqueos o afectaciones hacia este tipo de patrimonio no genera detenciones dado que no se presentan denuncias o bien no se cuenta con los sistemas de seguridad adecuados.

Agregó finalmente que no es con el endurecimiento de las penas como se puede abatir el robo al arte sacro o el daño a los bienes inmuebles, sino reforzar la prevención para que la gente tome conciencia de la importancia en el cuidado de estos espacios.

sergio.marin@clabsa.com.mx

vkc

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