“Pese a que ya se tiene aislado el perímetro del incendio en la Sierra de San Miguelito y éste se ha sofocado en más de un 70 por ciento, los vientos, las altas temperaturas y la falta de lluvia, han dificultado que el fuego se apague en su totalidad”, informó el director municipal de Protección Civil, Adrián Álvarez Botello.
Precisó que hasta el momento se ha dañado un aproximado de 170 hectáreas de la parte superior de la sierra, aunque aclaró que la zona boscosa no se ha visto tan afectada, ya que esa parte del terreno es un área de mucha piedra.
Además, señaló que hasta el momento no se ha detectado que la fauna que habita esa zona de la sierra haya perecido, “no hemos encontrado que los animales que ahí habitan hayan sufrido algún percance, pues ellos presienten cuando hay un riesgo, cuando hay un peligro, y por ello se van a las partes bajas a resguardarse”, explicó.
Recordó que el siniestro inició el pasado 16 de abril a mediodía, desde entonces personal del gobierno federal, estatal y municipal, trabajan para sofocarlo. Además destacó que esta semana se sumaron 45 brigadistas de diferentes dependencias, por lo que suman ya 70 personas que laboran para combatir el incendio.
“El problema al que nos habíamos estado enfrentando es que el área en que se registra el incendio es un terreno que está muy escabroso, por lo que los brigadistas habían estado caminando hasta cinco horas para llegar al lugar del siniestro, pero ya en estos momentos se lograron instalar algunos helipuertos en la parte sur de la sierra y ello ha permitido dejar al personal a dos kilómetros del incendio”, explicó.
El titular del área de Protección Civil capitalina llamó a la población a donar víveres que servirán para los brigadistas que trabajan en el combate del fuego en la zona serrana de la ciudad, y para quienes lo hacen en los incendios que se registran en el interior del estado.
Finalmente, conminó a la población a que en esta temporada de sequía no encienda fogatas y que en el caso de que tengan que realizarlas las apaguen bien.
“Les pedimos que si se ven obligados a encender fogatas lo hagan teniéndolas bien delimitadas con piedras y que al final, cuando ya no las utilicen, prácticamente las entierren para evitar que las brasas con el viento que predomina en esta época de sequía se vuelvan a encender”.
apl