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La primera víctima mortal del coronavirus de Wuhan fue un hombre de 60 años y con problemas de salud, un perfil similar al de las otras víctimas de la neumonía viral que empezó en China.
Desde que el gobierno chino anunció el brote, en diciembre, esta enfermedad parecida al síndrome respiratorio agudo grave (SRAS) ha matado a 425 personas e infectado a más de 20 mil 400.
Hasta ahora el 80 por ciento de los fallecidos son personas de 60 años o más y el 75 por ciento tenían enfermedades previas, como diabetes, indicó el martes la Comisión Nacional de Salud china (NHC).
La tasa de mortalidad se mantiene en el 2.1 por ciento, según la comisión, una cifra mucho menor que el casi 10 por ciento del SRAS que surgió en 2002-2003 y mató a 800 personas en todo el mundo.
En el caso del coronavirus, el 97 por ciento de las víctimas venían de la provincia de Hubei, de cuya capital, Wuhan, surgió el coronavirus, en concreto de un mercado que vendía animales vivos.
El gobierno chino indicó también que entre las víctimas hay al menos cinco personas de menos de 60 años. La más joven es un hombre de 36 de Wuhan.
Fuera de Hubei la tasa de mortalidad es del 0.16 por ciento.
Hasta ahora solo se registraron dos víctimas mortales fuera de la China continental: un hombre de 39 años en Hong Kong que había viajado a Wuhan y un viajero chino de Wuhan que murió en Filipinas.
Según el Comité de Salud Chino hay 632 personas que se recuperaron de la infección.
Entre los 20 mil 400 casos confirmados, el más joven es un bebé de un mes de la región china de Guizhou (sur) y el más viejo una persona de 90 años.
Problemas previos de salud
Según los datos de las autoridades sanitarias chinas, las víctimas mortales tenían entre 36 y 89 años. Cinco tenían menos de 60.
La víctima más joven, el hombre de 36 años de Wuhan, fue hospitalizado el 9 de enero y murió de un ataque al corazón dos semanas más tarde, según las autoridades sanitarias de Hubei.
Entre los que se recuperaron hay un hombre de 35 años de Shenzhen, en el sur de China, que fue dado de alta el pasado jueves, según las autoridades locales, así como un niño de diez años que cayó enfermó cuando visitaba a unos familiares en Wuhan.
Muchas de las víctimas mortales tenían problemas de salud previos, como diabetes o hipertensión.
Uno de los fallecidos era un hombre de 86 años, hospitalizado el 9 de enero, que había sido operado cuatro años antes de un cáncer de colón y sufría además hipertensión y diabetes.
Otro de las víctimas, una mujer llamada Hu, tenía Parkinson así como hipertensión y diabetes.
Aunque en varias ciudades chinas se controla si los pasajeros que circulan por aeropuertos, estaciones de tren y autobús tienen fiebre, muchas de las víctimas mortales no tenían fiebre cuando fueron hospitalizadas, según el comité sanitario.
Un hombre de 66 años llamado Luo tenía "tos seca" pero no tenía fiebre cuando lo registraron el 22 de diciembre. A mediados de enero ya necesitaba respiración artificial.
"Está claro que algunas personas se vieron afectadas y están infectadas teniendo solo algunos síntomas leves o incluso sin ningún síntoma", dijo el médico Jeremy Farrar, director de la fundación Wellcome Trust.