Italia y Malta se aferraron a sus posturas por segundo día el lunes y se negaron a permitir que un barco de rescate con 629 migrantes a bordo ancle en sus puertos, dejando la embarcación en el mar mientras aumenta la tensión diplomática con el nuevo gobierno italiano de posturas antiinmigrantes.

Por su parte, los alcaldes de Barcelona y Valencia, en España, están ofreciendo sus puertos. El alcalde valenciano Joan Ribo dijo que la ciudad hará todo lo posible por recibir al buque Aquarius “si no hay otra posibilidad”.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también ofreció ayuda y dijo que esta crisis “pone en cuestión el proyecto europeo”. Agregó que “la obligación de un gobierno democrático es no mirar hacia otro lado. Es una cuestión humanitaria y europea”.

La agencia de migraciones de la ONU, la Unión Europea, Alemania, otros gobiernos y grupos humanitarios pidieron a los dos países en el Mediterráneo hacer a un lado sus diferencias políticas y considerar con urgencia la difícil situación de los migrantes que fueron rescatados en el mar.

El grupo de ayuda dijo que seis mujeres a bordo están embarazadas, más de 120 son menores que viajan solos y se ha reportado que otros están en condiciones críticas debido a la hipotermia.

Médicos Sin Fronteras, que tiene personal a bordo del Aquarius _gestionado por la ONG francesa SOS Mediterranee_ dijo que los alimentos y el agua se agotarán el lunes por la noche y que algunos pasajeros tienen agua en los pulmones y quemaduras químicas causadas cuando la gasolina se mezcla con agua de mar.

"Los hombres, mujeres y niños a bordo del Aquarius han arriesgado sus vidas en mares peligrosos para escapar de horrendos abusos en Libia solo para verse atrapados en un enfrentamiento político desmesurado entre dos estados europeos", dijo Amnistía Internacional, acusando tanto a Italia como a Malta de “dar la espalda” a sus obligaciones internacionales.

Pero los dos países se mantuvieron firmes.

"¡Suficiente! Salvar vidas es un deber, pero transformar a Italia en un enorme campo de refugiados no lo es", dijo el nuevo ministro del Interior, Matteo Salvini. “¡Cerraremos los puertos!”, agregó. Italia ha exigido durante mucho tiempo que la UE cambie su política migratoria y cumpla sus promesas de aceptar más refugiados, por considerar que el país ha sido responsabilizado excesivamente de coordinar rescates y aceptar a los migrantes para el proceso de asilo.

Italia dice que Malta debería aceptar al Aquarius porque es el puerto más seguro y más cercano. Malta dice que Italia coordinó el rescate y que no tuvo nada que ver con eso.

El primer ministro maltés Joseph Muscat dijo que la negativa de Italia a permitir el atraque del buque podría “crear una situación peligrosa para todos los implicados”.

El enfrentamiento es la primera demostración de la política migratoria de la nueva coalición de gobierno italiana, formada por el Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte.

Salvini tuiteó el domingo que de ahora en adelante, “Italia comienza a decir NO al tráfico de seres humanos”.

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