La Guardia Civil española busca al turista mexicano Jesús Ríos, quien desapareció el pasado 3 de agosto en una zona boscosa de la provincia de Huesca, aunque según los responsables del operativo el hecho de que no hayan podido localizarlo todavía comienza a ser una señal inquietante.

"No es un buen dato que hayan transcurrido diez días y aún no lo encontremos, pero la esperanza es lo último que se pierde. La zona es muy complicada, muy boscosa, lo que dificulta mucho ver con claridad", señala a EL UNIVERSAL Santiago Gómez, teniente de montaña de la Guardia Civil que está al mando del operativo de búsqueda.

"El tiempo no juega a nuestro favor. Queremos encontrarlo cuanto antes, pero hay que tener en cuenta que ya son diez días y está haciendo mucho calor", agrega el oficial de la policía militarizada que no se atreve a aventurar ningún desenlace.

El jubilado mexicano de 71 años y originario de Hidalgo, desapareció en los alrededores de la aldea Morillo de San Pietro, en el pirineo aragonés, después de haber salido a pasear al amanecer. El connacional se alojaba junto a su mujer en la casa de su hija Katya, quien lleva varios años viviendo en España y reside en la cercana aldea de Vió.

"Estamos barajando varias hipótesis, como que pudo dar la vuelta en el recorrido que se supone que cogió o bien que se equivocara de camino,aunque es difícil porque las sendas son bastante evidentes y las hemos recorrido más de una vez. Ahora queda rastrear las zonas más apartadas, donde se dificulta la búsqueda porque son de difícil acceso y no se puede cubrir con voluntarios, sino con personal más especializado", agrega el oficial de la policía militarizada.

Las primeras hipótesis apuntaban a una desorientación o a la posibilidad de que el turista mexicano hubiera sufrido un accidente en un lugar alejado de las sendas.

"Es una zona frondosa y puede incluso que hayamos pasado cerca de él y no lo hayamos visto, aunque los perros lo hubieran detectado", indica el teniente.

Corredor de maratones y en buena forma física a pesar de su edad, Ríos solía dar por las mañanas largos paseos por los alrededores de la aldea. El día de su desaparición, según relatan sus familiares, el jubilado mexicano reveló su intención de caminar hasta la localidad de Boltaña, diez kilómetros al sur de la localidad donde se alojaba, con la intención de estrenar sus nuevas botas de montaña.

Medios españoles indican que salió de casa con una cantimplora y sin el celular, ya que al parecer tenía la tarjeta SIM desactivada al estar en el extranjero. Al comprobar que no regresaba del paseo, sus familiares alertaron de inmediato a la policía.

Ríos llegó a España junto a su mujer el pasado 12 de junio para hacer turismo con la idea de regresar a México el próximo 9 de septiembre.

La Guardia Civil se resiste a dar por concluido el operativo de búsqueda en esta región de Aragón repleta de barrancos y valles y en la que en los últimos años han desaparecido varias personas.

"Ahora viene el puente de agosto y es cuando más rescates hacemos en laGuardia Civil y deberemos destinar personal para atender también esas incidencias", concluye el oficial que comanda la búsqueda del turista mexicano.

En el operativo de rastreo que se fue ampliando hasta abarcar un radio de 10 kilómetros están participando por turnos más de 400 personas, entre unidades de montaña de la Guardia Civil, bomberos y voluntarios, además de perros policía, drones y un helicóptero que exploran la zona desde el aire.

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