La Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC) de Estados Unidos decidió ayer dar un manotazo a la libertad de internet y acabar con la denominada “neutralidad de la red”, una normativa impulsada en 2015 por el ex presidente Barack Obama que protegía internet como servicio público.

 La desregulación, aprobada por la mínima gracias a la mayoría republicana en la FCC —tres votos contra , es un triunfo para las proveedoras de red, que podrán decidir a qué contenido y a qué velocidad tienen acceso sus clientes. Proveedores como AT&T, Comcast o Verizon podrán, cuando se aplique la medida, bloquear o ralentizar a su antojo cualquier página web; sólo deberán informar a sus usuarios de forma pública las restricciones para mantener algo de transparencia en el proceso.

La medida se basa en el cambio de denominación de internet, que pasa de “telecomunicación” a “información”, algo que provoca de forma inmediata que la FCC no tiene competencias para regular.

No es circunstancial que las empresas de telecomunicaciones sean también propietarias de medios de comunicación (por ejemplo, Comcast con el conglomerado NBC, o Verizon con el buscador Yahoo y todas sus filiales). Sin la obligación de dar el mismo tratamiento a cualquier página de internet, las empresas podrán ralentizar o bloquear sitios de sus competidores, generando más tráfico a sus dominios y privando al usuario de una experiencia neutra de la navegación por la red.

“Están entregando las llaves de internet a un grupo de corporaciones multimillonarias”, criticó la demócrata Mignon Clyburn. El movimiento contra la decisión fue amplio por todo el país, incluyó a grandes empresas del sector tecnológico como Google, Facebook o Apple. Activistas y asociaciones de consumidores inundaron redes sociales, promoviendo manifestaciones para tratar de evitar lo inevitable. Sólo consiguieron suspender algunos minutos la sesión de votación por “motivos de seguridad”.

Los efectos de la medida no se verán sino hasta que se defina lo que se prevé será una larga pelea judicial. El fiscal del estado de Nueva York, el demócrata Eric Schneiderman, anunció que liderará una denuncia judicial contra una medida que considera “ilegal”.

“Trabajaremos de forma agresiva para parar al liderazgo de la FCC y que no haga más daño a internet y a nuestra economía”, apuntó el fiscal neoyorquino en un comunicado de prensa.

Todavía no se sabe cuántos estados van a unirse a la demanda, que se espera que se presente ante los tribunales en los próximos días, aunque 18 gobernaciones ya mostraron su desacuerdo con la decisión de la FCC. Otra de las opciones, más remota dada la actual composición del Congreso, es parar la decisión a través de una ley.

La administración Donald Trump, aliada de las empresas de telecomunicación, consigue con esta acción continuar con su constante intento de acabar con el legado de Obama

gpl

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