Más Información
El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo ayer en un mensaje a la nación que su gobierno dará respuestas “duras” y “firmes” para “derrotar al crimen organizado”, después de decretar la intervención del ejército en el área seguridad en el estado de Río de Janeiro, azotado por una grave ola de violencia.
En un pronunciamiento emitido por televisión y radio y adelantado a los medios, Temer dijo que “el gobierno dará respuestas duras, firmes y adoptará todas las providencias necesarias para derrotar al crimen organizado y a las facciones”.
El mandatario decretó la intervención federal en el área de seguridad en Río de Janeiro, por lo que a partir de ahora el control de esa tarea pasará a estar en manos del ejército.
“El crimen organizado se apropió del estado de Río de Janeiro. Es una metástasis que se esparce por el país y amenaza la tranquilidad de nuestro pueblo”, expresó. El jefe de Estado brasileño dijo haber tomado esa “medida extrema” porque lo exigieron las circunstancias: “Estamos viendo barrios enteros sitiados, escuelas bajo la mira de los fusiles, avenidas transformadas en trincheras. No aceptaremos más pasivamente la muerte de inocentes. Es intolerable que estemos enterrando padres y madres de familia, trabajadores honestos, policías, jóvenes y niños”, añadió.
“No vamos a aceptar que maten nuestro presente, ni continúen asesinando nuestro futuro”, completó.
Previamente, en una entrevista en la emisora Band FM, Temer llegó a decir que “el tráfico corre suelto en Río de Janeiro” y que eso se tradujo en una “agresividad grande y una desorganización social muy acentuada”.
La medida llega tan sólo tres días después de finalizar el carnaval, la fiesta más grande y con mayor proyección internacional del país, que este año estuvo marcada en Río por numerosas y graves escenas de violencia, algunas incluso en las proximidades del pomposo Sambódromo.
El decreto firmado por Temer tendrá que pasar por las cámaras legislativas, que deberán ser convocadas para debatir el asunto en un plazo de 10 días. Sin saber aún cuál va a ser el alcance de la intervención, el general Walter Souza Braga Netto, con experiencia en la coordinación de la seguridad durante los Juegos Olímpicos de 2016, comandará todas las operaciones, que también alcanzarán a las cárceles, algunas de ellas controladas por facciones criminales, y a las carreteras de la región.
“El desorden es la peor de las guerras. Comenzamos una batalla cuyo camino es el éxito. Y contamos con todos los hombres y mujeres de bien a nuestro lado, apoyando, siendo vigilantes y socios en esta lucha”, señaló.
“Las Policías y las Fuerzas Armadas estarán en las calles, avenidas y comunidades. Unidos, derrotaremos a aquellos que secuestran la tranquilidad del pueblo en nuestras ciudades”, agregó. Antes del decreto, el gobierno brasileño ya había enviado a Río a mediados del año pasado un contingente de 10 mil efectivos de las Fuerzas Armadas, pero su presencia y actuación, limitada en la mayoría de los casos, no sirvió ni para disuadir a los criminales ni para bajar los índices de violencia.
El estado de Río, donde la mayor parte de la población en la región metropolitana de su capital, registró en 2017 el mayor número de muertes violentas desde 2009, con 6 mil 731 homicidios, 7.5% más que el año anterior, según un reciente informe del Instituto de Seguridad Pública regional. “Es la hora de restablecer el orden”, concluyó Temer, cuyo mandato finaliza el 1 de enero de 2019.
Reportan violación de cónsul. Ayer se informó que una cónsul francesa fue violada durante las fiestas de carnaval en el municipio brasileño de Tibau do Sul, en el estado de Río Grande del Norte, según fuentes oficiales citadas por medios locales. La violación se produjo el martes, último día de carnaval, cuando un intruso accedió durante la madrugada a la casa donde se encontraba la víctima, le tiró agua encima para despertarla y la agredió, señaló el portal del diario Tribuna del Norte.