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Santiago de Chile.-El subsecretario del Interior de Chile, Rodrigo Ubilla, informó este martes que la cifra de víctimas mortales desde el inicio del estallido social en el país asciende a 15, de las que 11 se produjeron en la Región Metropolitana, que comprende a la capital.
La autoridad detalló que hubo dos muertes por impacto de bala en las ciudades de La Serena y Coquimbo, un atropello por un camión de la Armada en la localidad de Talcahuano y otro fallecido en la ruta 5 Sur, a la altura de Curicó, del que no ofreció detalles, pero sobre el que la Fiscalía regional informó de que fue fruto de un disparo de un miembro del Ejército, hecho que se está investigando.
El resto murió en un contexto de "quemas y saqueos, principalmente de centros comerciales", dijo el viceministro.
Asimismo, informó de que se han detenido a 2.643 personas desde el estallido social.
Ubilla comentó que estos decesos son una "consecuencia dramática" de lo que está ocurriendo en el país desde que el pasado viernes grupos violentos radicalizasen una masiva protesta social contra las desigualdades del país, que tuvo el alza del precio del metro de Santiago como detonante.
No obstante, el subsecretario dijo que en comparación a las 24 horas anteriores, en la jornada del lunes y en esta última madrugada se observó "una disminución significativa de los hechos asociados a saqueos, vandalismo y delincuencia", que se situó en 255, frente a los 350 de la jornada anterior.
En el caso concreto de la Región Metropolitana, donde habitan más de 7 millones de personas los más de 18 de todo el país, los hechos violentos pasaron de los 117 del día anterior a 41.
"Las ciudades están recuperando su normalidad y las fuerzas armadas van a seguir trabajando para brindar seguridad. Esperamos que se siga condenando a estas personas que usan la violencia a fin de lograr delincuencia pura y dura para reivindicar causas que nada justifican", dijo Ubilla a la prensa.
La autoridad recalcó que los hechos vandálicos corresponden a una "acción coordinada" que primero atacó el metro, luego persiguió destruir la cadena de abastecimiento con incendios en supermercados y almacenes y el lunes se concentró en el asalto y el ataque a infraestructura de servicios públicos y edificios institucionales como Municipalidades y Gobernaciones.
"Estamos viviendo una situación de anormalidad, se ha producido dado que delincuentes han generado un cuadro que han llevado a la necesidad de decretar estado de emergencia", expresó.
Aun así, afirmó que las Fuerzas Armadas y de Carabineros "no están sobrepasadas" y que se ha trabajado en dar tranquilidad a las distintas ciudades y regiones del país.
"Hemos visto una disminución de los hechos de violencia y ustedes han escuchado de mi parte de un detalle de lo mismo, pero no estamos en normalidad, todavía hay delincuentes que están mezclados y lo he dicho enfáticamente", dijo.
SANTIAGO BAJO MÍNIMOS TRAS UNA NOCHE "MÁS TRANQUILA"
La capital de Chile inició su actividad este martes con sólo una línea de metro activa, y no en todas sus paradas, y sin clases en la mayor parte de escuelas y universidades y con gran cantidad de comercios cerrados, lo que conformó colas para entrar al suburbano, tomar un autobús o hacer alguna compra.
Todo ello después de una noche en toque de queda que "en general estuvo tranquila" a partir de las 23.00 horas, con "muy poco movimiento" y solo con "casos aislados" de vandalismo, informó a la prensa el general de división Javier Iturriaga, encargado de la seguridad en la Región Metropolitana desde que se decretó el estado de emergencia.
El aumento del precio del Metro de Santiago desató una oleada de protestas que con el paso de los días despertó el hartazgo de parte de la ciudadanía por las altas tarifas que pagan por otros servicios, el nulo reparto del sistema de pensiones o los deficientes servicios de salud pública, generando un estallido social sin precedentes en la historia reciente del país.
En respuesta, el Gobierno decretó el estado de emergencia, totalmente o en solo algunas ciudades, en casi todas las regiones del país, cediendo la seguridad al Ejército y decretando toques de queda.