Hasta su detención, el pasado 20 de agosto, en el aeropuerto de Fiumicino de Roma, pocos sabían que tras la imagen de “hombre de negocios” con “gran estilo” se escondía Ramón Cristóbal Santoyo, un mafioso mexicano, miembro del Cártel de Sinaloa.

“Un caballero distinguido, un estilo irreprochable. Un hombre de negocios, lejos de la imagen del sombrío exponente de la mafia mexicana cubierto de tatuajes”. Así describió el diario Il Messaggero a Santoyo, conocido como Dr. Wagner, y arrestado cuando estaba en tránsito rumbo a México en escala en París.

En una nota titulada: “Detenido en Fiumicino el Dr. Wagner, líder de los narcos y socio del Chapo”, el rotativo explicó que pese a andar vestido con ropa de diseñador, Santoyo es “un destacado exponente del inframundo” del narcotráfico, que fue trasladado a la cárcel de Regina Coeli, que Il Messaggero describe como “pesadilla de los criminales italianos”, pero un “paraíso” para un narco mexicano que, como Santoyo, podría ser extraditado a Estados Unidos, que lo reclama por tráfico de drogas lavado de dinero.

Santoyo, de 43 años, estaba desaparecido de la escena pública y la Agencia Antidrogas (DEA) había emitido en 2016 una orden internacional de arresto contra el narcotraficante, ingeniero de profesión.

Il Messaggero reveló, con base la orden de validación de detención firmada por la juez María Luisa Paolicelli, que el narcotraficante coordinó la transferencia de cocaína, heroína y metanfetamina de México a Estados Unidos. También habla de que uno de sus “correos humanos” fue detenido en un puesto de control entre el estado mexicano de Sonora y California, en Estados Unidos, el 12 de julio de 2015, lo que le provocó problemas a Santoyo porque su enviado no pudo entregar más de 11 millones de dólares de dinero sucio que iban para el cártel.

Según el diario italiano, Santoyo, el “empresario de las drogas”, intentó también sobornar con cocaína a testigos de la DEA.

Italia evalúa la solicitud de extradición de Estados Unidos, que reclama que el Dr. Wagner sea enviado a California para ser juzgado. Il Messaggero explica que “tras un dictamen del Tribunal de Apelación en Roma, corresponderá al ministro de Justicia Alfonso Bonafede” dar, si así procede, la autorización final.

Siempre según este diario, Santoyo es representado por el llamado “abogado italiano de los narcos”, el penalista Alessandro Sforza, quien no quiso comentar sobre el arresto al ser cuestionado por Il Messaggero.

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