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El coronel Robert Manning, portavoz del Pentágono, reconoció ayer que la muerte del periodista Jamal Khashoggi puede afectar la relación militar entre Estados Unidos y Arabia Saudita, aunque supeditó a la Casa Blanca cualquier decisión al respecto.
“El presidente de EU no ha tomado ninguna decisión, pero [nuestra relación militar] ciertamente sería una de esas cosas que se verían afectadas por la decisión de [Donald Trump] en materia de política exterior en relación con Riad”, admitió Manning durante una rueda de prensa en la sede del Departamento de Defensa.
El militar, quien reconoció que se trata de “una situación delicada”, recalcó que en estos momentos, tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado están trabajando “con Turquía y Arabia Saudita” para recopilar los hechos.
El asesor de la Casa Blanca, Jared Kushner, dijo ayer que había aconsejado al príncipe heredero de la corona saudita, Mohamed bin Salman, que fuera “totalmente transparente” con la investigación del caso Khashoggi.
En una entrevista con CNN, Kushner aseguró que la administración del presidente Donald Trump todavía estaba trabajando para establecer los hechos que rodearon la muerte del columnista del Washington Post en el consulado saudita en Estambul el 2 de octubre.
Kushner agregó que le dijo al príncipe heredero, quien enfrenta acusaciones de ordenar el asesinato, “que se tome esto muy en serio”.
Bin Salman se reunió ayer con el secretario del Tesoro de EU, Steven Mnuchin. En el encuentro, ambos destacaron la importancia de las relaciones estratégicas entre Washington y Riad y el futuro de esta asociación, informó la agencia SPA.
Asimismo, trataron las relaciones comerciales y las inversiones bilaterales, así como los esfuerzos conjuntos en la lucha contra la corrupción y contra la financiación del terrorismo, agregó la agencia.
Trump dijo ayer que no está “satisfecho” con las explicaciones dadas por el gobierno saudita sobre la muerte de Khashoggi: “No estoy satisfecho con lo que he escuchado” acerca de la muerte de Khashoggi, afirmó en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca.
El hijo del rey Salman ha desarrollado estrechos vínculos con la Casa Blanca desde que se convirtió en el príncipe heredero el año pasado, impulsando reformas económicas, sociales y religiosas en la superpotencia petrolera ultraconservadora.
Crece presión. CNN Internacional mostró imágenes en las que afirma que un responsable saudita desempeñó el papel de “doble” de Khashoggi, vistiendo su ropa mientras dejaba el consulado para hacer creer falsamente que el periodista abandonó sano y salvo la legación.
Turquía profundizó ayer la investigación de la muerte de Khashoggi, con el interrogatorio de los empleados del consulado de Arabia Saudita en Estambul, mientras se busca conocer la verdad sobre este “abominable asesinato”, dijo Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Tras el anuncio de la muerte de Khashoggi y la versión del gobierno saudita, los ojos del mundo se han puesto sobre Riad.
Podemos, la formación de izquierda radical aliada del gobierno español, reclamó ayer al presidente Pedro Sánchez que deje de vender armas a Arabia Saudita.
En tanto, el premier canadiense, Justin Trudeau, abrió la puerta a que Canadá suspenda la venta de armamento a Riad.