NUEVA YORK.- Algunos miembros de una familia mexicana viajaron al estado de Nueva York a inicios de la década del 2000 con la intención de recibir iluminación espiritual del gurú de autoayuda Keith Raniere. Pero lo que recibieron fue mucho más sórdido.

La fiscalía dijo que Raniere explotó sexualmente a tres hermanas en la familia y confinó a una de ellas durante dos años por desafiar sus arbitrarios edictos.

“Todo era mentira”, dijo esta semana la hermana cautiva durante el juicio federal contra Raniere por tráfico sexual, que se realiza en Brooklyn. “Fui entrampada”.

La historia de la familia es una trama secundaria importante en un juicio en el que Raniere está acusado de ser un embaucador sádico que abusó de mujeres bajo la cobertura de enseñarles un sendero hacia el crecimiento personal. Sus abogados dijeron que su defendido no tenía intenciones criminales y que todos los encuentros sexuales con las seguidoras que se le sumaron en un grupo llamado NXIVM fueron consensuales.

Parte de la evidencia más sensacionalista contra Raniere se relaciona con acusaciones de que requería que las “esclavas sexuales” que se le unían en una asociación secreta dentro de NXIVM fuesen marcadas con sus iniciales.

Pero el desgarrador testimonio sobre el trato dado a las hermanas mexicanas cautivó a la corte esta semana, mientras el hombre conocido como “Vanguard” por sus seguidores miraba desde la mesa de la defensa, tomando notas, pero sin mostrar emoción alguna.

Una de las hermanas _ cuyos nombres completos no fueron revelados por la fiscalía por razones de privacidad _ ofreció un testimonio sexualmente gráfico de la experiencia de su familia con Raniere.

Todo comenzó cuando sus padres, tras tomar cursos de NXIVM, cayeron bajo la influencia de alguien que la organización describía como “el hombre más inteligente del mundo”, declaró.

La mujer, ahora de 33 años, abandonó su educación formal para ir a la sede del grupo en el área de Albany para trabajar como pasante en el 2002 cuando tenía 16 años, dijo.

Conocer a Raniere era como conocer a una “estrella de rock”, declaró, pero la experiencia se tornó amarga muy pronto cuando se encontró realizando apenas trabajos domésticos sin paga.

También fue acusada además de “violaciones éticas” inventadas.

Raniere, quien tenía cuarenta y tantos años en ese entonces, se ofreció a tutelarla antes de insinuar que debía tomar su virginidad cuando cumpliera 18, relató la mujer.
Pronto fue incluida en un grupo de seguidores que cumplía todas las necesidades de Raniere, fueran sexuales o de otro tipo, añadió.

Él decía que el sexo era necesario para “ayudarles a crecer”, relató.

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