Una multitudinaria marcha tomó este viernes las calles del centro de Santiago de Chile para protestar por la desigualdad social en el país y exigir la puesta en marcha de profundas reformas sociales.

De acuerdo con cifras del gobierno citadas por medios locales, más de 1,2 millones de personas se concentraron en la Plaza Italia, un centro neurálgico de la capital chilena.

Convocada y seguida en redes sociales como "la marcha más grande de Chile" tras una semana de protestas en el país, ya es considerada como la más masiva desde el retorno de la democracia a Chile.

"La multitudinaria, alegre y pacífica marcha, hoy, donde los chilenos piden un Chile más justo y solidario, abre grandes caminos de futuro y esperanza", reconoció el propio presidente chileno, Sebastián Piñera.

"Todos hemos escuchado el mensaje. Todos hemos cambiado. Con unidad y ayuda de Dios, recorreremos el camino a ese Chile mejor para todos", dijo en Twitter.

Su gobierno ha sido duramente criticado por haber reaccionado muy tarde y por haber sacado a los militares a la calle.

Uno de los momentos más cargados de emoción en la marcha fue probablemente cuando miles y miles de personas entonaron "El baile de los que sobran", la icónica canción del grupo Los Prisioneros que se hizo popular en los 80 como protesta y crítica a la desigualdad social y la falta de oportunidades en Chile.

Pese a que la marcha tuvo en su mayoría un desarrollo totalmente pacífico, grupos de encapuchados provocaron algunos disturbios y la policía empleó agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

Entre otros incidentes, se registró la quema de accesos a una parada de metro, saqueos o el levantamiento de barricadas en llamas.

"Luchar por lo mismo"

La manifestación de este viernes fue convocada para exigir al gobierno del presidente Piñera medidas concretas para atacar los problemas de desigualdad que aquejan a Chile.

A los gritos de "Chile despertó" y "El pueblo unido jamás será vencido", gruesas columnas de manifestantes avanzaron por una céntrica avenida de Santiago.

Para el fotógrafo chileno Cristóbal Venegas, esta es la primera vez en su vida que ve algo así en las calles de la capital chilena.

"Aquí hay personas de clase alta y de clase baja, todos juntos luchan por lo mismo", le dice a BBC Mundo.

Por su parte, la profesora jubilada Clotilde Soto, de 82 años, le dijo a la agencia Reuters en la manifestación que "esto me recuerda a la Marcha del No antes del plebiscito del 88", recordando la consulta que el 5 de octubre de 1988 destituyó a Augusto Pinochet del poder.

"Y hoy estoy marchando para ver si por fin las cosas cambian realmente en mi país. No me quiero morir sin ver un cambio", afirmó mientras avanzaba por el centro de Santiago.

"Un país digno"

Pese a que en la mayoría de la marcha no se registraron disturbios, Venegas habló telefónicamente con BBC Mundo desde la marcha en medio de sirenas y disparos de balas de goma.

El fotógrafo relató cómo la policía estaba disparando sobre algunos grupos y cómo había médicos voluntarios asistiendo a los heridos.

"Los adultos se están muriendo porque no tienen con qué vivir y me indigna que tengamos que vivir para trabajar", reflexionó.

"Espero que (Chile) sea un país más digno para vivir", concluyó esperanzado

Chile vive una ola de protestas que se inició la semana pasada, luego de que el gobierno anunciara un aumento del costo del billete del Metro de Santiago, y que dejó un saldo de al menos 19 muertos y cientos de heridos.

Tras fuertes movilizaciones en las calles, que llevaron a las autoridades a declarar el estado de emergencia y toque de queda en varias zonas del país, Piñera decidió retirar la medida que, sin embargo, no sirvió para poner fin a las manifestaciones.

El pasado martes, Piñera anunció un paquete de medidas sociales que incluía el establecimiento de un salario mínimo garantizado, entre otras, pero que fue considerado como insuficiente por sus críticos.

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