El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró en la ONU que no descarta la opción militar en Venezuela. Pero horas después, en el mismo sitio, su homólogo venezolano Nicolás Maduro le pidió una reunión y dijo que quiere estrecharle la mano.

"Yo estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de Estados Unidos y a sentarme a dialogar sobre los asuntos de las diferencias bilaterales y los asuntos de nuestra región", dijo Maduro ante la Asamblea General de la ONU, en un discurso grandilocuente de 49 minutos en el que condenó "la agresión permanente" de Washington y fustigó al imperialismo y al capitalismo.

Maduro dijo a los líderes, ministros y embajadores de 130 países que le separan de Trump "inmensas diferencias históricas", "ideológicas" y "sociales". "Yo soy un obrero, un conductor de autobús, un hombre del pueblo, no soy un magnate ni multimillonario".

"Ha dicho el presidente Donald Trump que está preocupado por Venezuela, que quiere ayudar a Venezuela. Bueno, yo estoy dispuesto a hablar con agenda abierta de todos los temas que quiera hablar el gobierno de Estados Unidos", insistió el cuestionado gobernante, denunciado ante la Corte Penal Internacional este miércoles por seis países de las Américas.

Tras dos décadas de gobiernos chavistas, la economía venezolana está al borde del colapso: el país con mayores reservas petroleras probadas del mundo atraviesa una fuerte escasez de alimentos y medicinas que ha empujado al exilio a 1.6 millones de venezolanos desde 2015, y la inflación podría acercarse a 1,000,000% este año, según el FMI.

Maduro fue el primero que lanzó la idea de un encuentro con Trump desde Caracas. Consultado al respecto, Trump dijo este miércoles que "estaría dispuesto" si Maduro lo desea, aunque aclaró que no está en su agenda.

Trump sostuvo en la ONU que no descarta una opción "fuerte" en Venezuela y que Maduro podría ser derrocado "rápidamente" si los militares venezolanos así se lo propusieran. También anunció sanciones contra su esposa Cilia Flores y tres de sus más estrechos colaboradores.

"Y ya saben lo que quiero decir con fuerte", indicó el jefe de la Casa Blanca en referencia tácita a una intervención militar estadounidense.

"Solo quiero que Venezuela se enderece. Quiero que la gente esté segura. Nos ocuparemos de Venezuela. Lo que pasa en Venezuela es una desgracia", señaló.

El resto de la región aumenta también su presión: los mandatarios de seis países -Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú- enviaron este miércoles una carta a la fiscal de la CPI en la que piden que investigue al gobierno de Maduro por crímenes de lesa humanidad desde el 12 de febrero de 2014, y que inculpe a los responsables.

La carta explica que en Venezuela hay denuncias serias de "detenciones arbitrarias, asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, torturas, abusos sexuales, violaciones, atentados flagrantes contra el debido proceso", dijo a periodistas en la ONU el canciller argentino, Jorge Faurie, al hacer el anuncio junto a sus colegas de los otros cinco países.

El pedido a la CPI se basa en dos informes "sólidos y contundentes" sobre la violación de derechos humanos en Venezuela, uno de la Organización de Estados Americanos y otro del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, explicó el canciller de Chile, Roberto Ampuero.

En febrero, la CPI inició investigaciones preliminares por "presuntos crímenes" en Venezuela durante manifestaciones contra Maduro que dejaron unos 125 muertos en 2017. La carta enviada hoy por países miembros obliga a la corte a acelerar esa investigación y a presentar sus conclusiones.

Maduro negó nuevamente en la ONU que en su país exista una crisis humanitaria o migratoria, y aseguró que es un invento para invadir Venezuela y quedarse con sus inmensas reservas de petróleo, oro y gas.

Hace un año Trump ya había indicado que Estados Unidos tenía "una opción militar" en Venezuela, una declaración que fue condenada por aliados estadounidenses en América Latina.
Este miércoles, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, insistió en que la "opción militar es una mala opción" en Venezuela "porque uno sabe cómo comienzan, nunca sabe cómo terminan y qué costos tienen en términos de vidas humanas y de sufrimiento".

El diario The New York Times informó este mes que diplomáticos estadounidenses se reunieron tres veces en secreto con militares venezolanos que planificaban un golpe contra Maduro.

Pero Washington no otorgó ningún apoyo material a los disidentes, y los planes de un golpe se fueron a pique tras el arresto de decenas de militares rebeldes, aseguró el Times.

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