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MOSCÚ.- Rusia ya tiene listo un nuevo sistema bélico hipersónico, después de someterlo a varios años de pruebas, informó el viernes el Ministerio de Defensa ruso. Las fuerzas rusas aseveran que el llamado Avangard es capaz de volar 27 veces la velocidad del sonido.
El ministro de defensa le reportó al presidente Vladimir Putin que el primer sistema de navegación hipersónica Avangard adosado a un misil está en condiciones de combate.
Putin develó el Avangard junto con otros planes armamentistas en su discurso de estado de la nación en marzo de 2018, asegurando que será impenetrable a las defensas antimisiles porque es capaz de maniobrar súbitamente a grandes velocidades.
El líder ruso describió la creación del Avangard como un hito histórico comparable al lanzamiento del primer satélite soviético en 1957.
A inicios de esta semana, Putin señaló que Rusia es el único país con armas hipersónicas y que por primera vez en la historia Rusia está a la vanguardia mundial del desarrollo de un nuevo tipo de armas, a diferencia del pasado, cuando estaba eternamente rezagado con respecto a Estados Unidos.
La prensa local reportó que el Avangard será montado inicialmente en misiles balísticos intercontinentales RS-18B, apodados SS-19 por la OTAN. Eventualmente será acoplado al misil balístico intercontinental Sarmat.
El Ministerio de Defensa ruso anunció el mes pasado que demostró el Avangard a un equipo de inspectores estadounidenses como parte de una iniciativa de transparencia relacionada al nuevo acuerdo Start.
Estados Unidos está analizando estrategias defensivas ante el surgimiento de armas hipersónicas por parte de Rusia y China.
Funcionarios estadounidenses han considerado la posibilidad de colocar sensores adicionales en el espacio para detectar misiles más rápidamente. Otra posibilidad es desplegar sensores en el espacio de manera de que se puedan interceptar los misiles tan pronto sean lanzados.
El Pentágono también ha estado desarrollando armas hipersónicas y el secretario de Defensa Mark Esper pronosticó en agosto que probablemente en dos años Estados Unidos tendrá el suyo propio.