La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, llegó hoy a la ciudad de Tucson (Arizona), donde visitará un centro de detención de inmigrantes y se reunirá con responsables de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
El avión en el que viajaba Melania aterrizó en la base aérea de Davis-Montham, vecina a Tucson, donde tiene previsto acudir además a un "centro de inteligencia", según informó la Casa Blanca.
En su reunión con responsables locales de CBP, la Patrulla Fronteriza y Servicio de Alguaciles (US Marshals) en las instalaciones de CBP adyacentes a la base aérea, Melania dijo que quería "apoyar" a los menores y sus familias "en todo lo que pueda".
Al ser informada de la actividad de los traficantes de personas que ayudan a cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, la primera dama dijo que es "increíble" que un "coyote" (traficante de personas) pudiera dejar abandonado a su suerte a un niño de 6 años en el desierto hace unos días.
Esta visita se produce una semana después de que Melania Trump realizara un viaje similar a Texas para acudir a unalbergue de menores indocumentados que fueron separados de sus padres después de que estos fueran detenidos por cruzar ilegalmente la frontera.
El viaje a Texas se vio marcado por la polémica, cuando la primera dama lució una chamarra en la que llevaba impresas las palabras "Realmente no me importa. ¿Y a ti?". En esta ocasión Melania no llevó abrigo.
La portavoz de Melania, Stephanie Grisham, dijo a los periodistas que el viaje se planeó un par de días después de la visita a Texas, donde la primera dama no pudo visitar un centro del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) debido a unas inundaciones y que quiere "aprender de las personas en primera línea en la frontera".
Indicó que tras el fin de la política de separación de los menores de sus padres inmigrantes indocumentados, Melania está "ansiosa" por saber cómo se lleva a cabo un "nuevo proceso" que implica la reunificación familiar de más de 2 mil 300 niños.
Ante la posibilidad de que la primera dama visitase uno de los principales centros de detención en la ciudad, un grupo de activistas se apostó en el lugar para protestar por las políticas migratorias de la Administración de Donald Trump.