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Un astronauta de la NASA ha renunciado por motivos personales, en la que es la primera decisión de este tipo en cincuenta años en la agencia espacial estadounidense, informaron hoy medios de comunicación locales.
Robb Kulin, de 34 años, abandonará la NASA el próximo viernes, antes de finalizar el programa de capacitación en el Centro Espacial Johnson en Houston, Texas.
Kulin ingresó el año pasado en la agencia como uno de los 12 seleccionados, de un total de 18 mil 300 participantes, para realizar el entrenamiento que permite a los astronautas embarcarse en expediciones espaciales.
Foto: AFP
Sin embargo, a mitad de programa ha decidido marcharse alegando "motivos personales", que la portavoz de la NASA, Brandi Dean, no ha querido especificar por cuestiones legales.
En 1968, el astronauta y químico John Llewellyn, miembro del sexto grupo de aprendices, se retiró del programa doce meses después de haber sido seleccionado al darse cuenta de que "no progresaba como debería" y, que por tanto, no estaba listo para volar.
La portavoz de la NASA confirmó también que la plaza de Kulin no será reemplazada.
Antes de su elección, Kulin trabajaba desde 2011 en el fabricante aeroespacial SpaceX como responsable de ingeniería, y su motivación para convertirse en astronauta era volar a bordo del cohete Falcon 9, que él mismo había ayudado a diseñar.
Tanto SpaceX como la empresa Boeing están desarrollando las primeras cápsulas de tripulación comercial de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo año.
Los aprendices de astronautas estudian durante el programa de capacitación los sistemas de la Estación Espacial Internacional, técnicas de caminata en gravedad cero, robótica y preparación de vuelo.
Además, deben aprender el idioma ruso, necesario para servir en una expedición en la Estación Espacial Internacional, así como un entrenamiento militar de supervivencia.
Estados Unidos está decidido a liderar de nuevo la carrera espacial, con la instalación de una plataforma orbital en la Luna y, sobre todo, el envío futuro de una misión tripulada a Marte, que en palabras del vicepresidente, Mike Pence, pretende "escribir el próximo gran capítulo" de la historia espacial.