La celebración en la que el PRI conmemora su 90 aniversario comienza temprano y termina igual. Esta vez ya no hubo, como en el pasado, las mareas rojas de priistas que en otros tiempos inundaron la sede de Insurgentes Norte, al final se respiraron en una fría noche las secuelas de la debacle que vive el tricolor.

El evento se realiza en el Auditorio Plutarco Elías Calles. Se convierte en la alfombra roja perfecta para que los interesados en dirigir las ruinas de lo que fue el partido hegemónico se paseen entre quienes les muestran preferencia. Pero faltó uno.

Primero llega la yucateca Ivonne Ortega. Viene fresca, la llovizna de la noche le sienta, usa vestido rojo, completamente priista. Luego aparece Ulises Ruiz, más sencillo, más popular, sonríe de oreja a oreja.  Varios minutos después aparece el exrector de la UNAM, José Narro, le gritan el “¡Goya!”, pero con sonrisa se niega a recibir la ovación y la porra se apaga.

En algún momento, mientras los gritos de consignas de los sectores del PRI ensordecen a los presentes, aparecen juntos, en la misma foto, Ortega, Ruiz y Narro. Los tres competidores van por la medalla de oro, pero falta el campechano Alejandro Moreno Cárdenas.

Siguen desfilando frente a la audiencia los senadores y diputados priistas. No son en cantidad lo que alguna vez fueron las bancadas tricolores, pero sí en calidad.

Expresidentes del partido, líderes de sectores y organizaciones. Se ve sentados en la misma fila a Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, Jorge de la Vega, José Antonio González, Manlio Fabio Beltrones, René Juárez, Roberto Madrazo.

A las 19:10 llega la presidenta nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, acompañada por el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, quien viene atrás. Apenas entra la nueva figura del priista más destacado en la actualidad, cuando el auditorio lleno de militantes se funde en un solo grito: “¡Alfredo, Alfredo, Alfredo!”.

Del Mazo opaca con su presencia a todos los líderes nacionales. Es su figura, enfundada en el traje de gobernador de la entidad más priista del país, la que más impone en la sala llena de grandes personajes.

Enseguida de ellos aparecen César Camacho, Emilio Gamboa y el exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Entonces el diputado y priista mexiquense Ernesto Nemer llama a todos los asistentes a tomar asiento. La cuenta son 386 consejeros. Callan las porras.

Claudia Ruiz Massieu toma el micrófono y lanza los primeros dardos al gobierno en el poder. Con nostalgia, ante un auditorio donde sólo están los necesarios, el PRI celebra sus 90 años.

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