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Una sábana roja a cuadros en la que encontraron envuelto el cuerpo de Norberto Ronquillo Hernández es la principal evidencia con la que cuenta la procuraduría local para resolver el caso que conmocionó a los capitalinos. El lienzo tenía bordado el nombre de la familia Hernández Guarneros.
La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) investiga a tres integrantes de esa familia quienes conocían al estudiante de la Universidad del Pedregal, como está asentado en la indagatoria con folio FAS/E/UI-2C/D/01045/06-2019.
En el documento se detalla que el cuerpo del joven universitario también estaba envuelto en dos bolsas de plástico negro y en otras dos cobijas; una morada con lila y estampados de cuatro tulipanes, y una gris con verde.
La sábana roja fue la primera con la que envolvieron el cuerpo del originario del poblado de Meoqui, Chihuahua. Las telas fueron amarradas al joven con una extensión eléctrica anaranjada que al parecer también pertenecía a la familia Hernández Guarneros.
De acuerdo con las indagatorias de las autoridades, esta familia podría tener un nexo lejano con la víctima, a quien conocían y sabían de sus actividades.
Según la procuraduría, son tres integrantes de los Hernández Guarneros quienes están bajo investigación y que pudieran estar relacionados con el homicidio del chihuahuense.
De igual manera, se analizan las primeras declaraciones del primer círculo de Norberto, ya que hay situaciones que “no cuadran”, como las horas en que encontraron el vehículo del joven y el proceso para reunir 500 mil pesos que un primo de la víctima entregó en un punto acordado con los plagiarios.
Con estas inconsistencias y con la sábana roja, los agentes de investigación que llevan el caso confían en que durante la próxima semana, posiblemente, se puedan tener avances importantes en el esclarecimiento y la posible captura de uno de los implicados en el secuestro y posterior homicidio del joven Norberto.
Su familia exige a las autoridades celeridad en este caso, pues temen que quede impune.
Avances. El padre de la víctima, también de nombre Norberto y apellido Ronquillo, mantiene sospechas de que el crimen se pudo planear desde un círculo cercano a su hijo.
En entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva, el empresario chihuahuense dijo que por el momento no puede dar nombres, pero tiene a sus sospechosos, al tiempo que reveló temer por su vida.
“Tengo miedo de que al ir para allá [a la Ciudad de México] me pase lo mismo que a mi hijo. Quiero justicia y los que le hicieron eso a mi hijo tal vez quieran parar esto de alguna manera. Desgraciadamente, en lo personal, desconfío de varias personas (…) No puedo decir nombres (…) quiero ver los expedientes, los avances y luego ya podría decir nombres, tal vez”, expuso el padre de Norberto a un mes de la tragedia.
