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Torreón.— El Instituto Francés de La Laguna (IFL) publicó en su página de Facebook un comunicado de Gabriel Alba Villalobos, visitador de la orden en la zona México Norte, donde pidió “discreción” a la comunidad por el caso de presuntos abusos sexuales cometidos por el hermano Alejandro “G” cuando fue director del voluntariado en El Salto, Durango.
EL UNIVERSAL publicó el lunes el caso de Sofía Vázquez, una mujer de 21 años, egresada del IFL, que denunció (averiguación 6746/18) al hermano Alejandro por el delito de violación en grado de tentativa por presuntos abusos cometidos en 2016. A la par, otras cinco mujeres, todas de la generación 22 del voluntariado, también hablaron de los presuntos abusos.
El comunicado con fecha de 4 de diciembre, Gabriel Albase dirige únicamente a la comunidad de El Francés, donde dice que respecto a la noticia donde se acusa a un religioso lasallista de “presuntas” conductas inadecuadas, “nos apena la imagen que proyecta la información”.
“Es un tema que se está atendiendo de manera formal con las personas legalmente autorizadas para hacerlo”, se lee. En el comunicado dice que los lasallistas cuentan con un protocolo para actuar de manera preventiva y en los hechos en situaciones “de esta naturaleza”. Asegura que los procedimientos se han seguido de manera ordenada y con las autoridades correspondientes, “dando muestra de solidaridad con las personas involucradas y sus familias.
“Pedimos discreción ante una acusación que lastima a personas y que requiere un tratamiento por canales dedicados a estos temas”, continúa el pronunciamiento.
Los comentarios de la publicación criticaban el posicionamiento ante el caso de Sofía. El colegio optó por borrar la publicación, sin embargo, la mantuvo en su página de Twitter y en su portal de internet.
Para Sofía Vázquez, el comunicado de pareciera que hace menos o que busca restar relevancia al asunto. “Él en ningún momento se mostró con fraternidad para hablar con nosotros”, recordó Sofía. “Me parece que quiere tapar algo que quizá pensaron que nunca iba a pasar”, consideró.
Un grupo de más de 30 ex alumnos y ex voluntarios misioneros expresaron en una carta su solidaridad y admiración hacia las compañeras que se atrevieron a denunciar los presuntos abusos y actos de intimidación por parte del hermano Alejandro.
En Durango, la fiscal Ruth Medina confirmó que existe la denuncia contra el hermano, y dijo que pese que pasaron dos años, la misma no prescribe. El sacerdote Noé Soto, vocero de la Arquidiócesis de Durango, dijo que apoyarán en caso de que surgieran más voces de denuncia.
