“El grupo denominado 26 de Julio, opositor al gobierno actual de Cuba, preparaba en México una conjura para realizar un movimiento armado en contra del citado gobierno.

“Este grupo está encabezado por un sedicente doctor Fidel Castro Ruz, quien llegó a nuestro país por una amnistía después de estar preso por cometer un asalto a un cuartel militar (…)  La documentación del grupo es recibida por Hilda Gadea, exiliada política peruana, y cuyo esposo  es Ernesto Guevara Serna, de nacionalidad argentina, miembro activo del grupo de Castro Ruz”, así es como inicia el expediente que la Dirección Federal de Seguridad (DFS) realizó sobre los  líderes de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz y Ernesto Che Guevara.

En el expediente desclasificado que se encuentra en el Archivo General de la Nación,  consultado por EL UNIVERSAL, se detalla en poco más de mil fojas el seguimiento personal que hizo Fernando Gutiérrez Barrios, en ese entonces Jefe de Control de la  DFS, en prácticamente todos los aspectos de su vida, desde su llegada para preparar la Revolución Cubana, su detención, la salida en el Granma  de Tuxpan, Veracruz,  para declararle la guerra a Fulgencio Batista, hasta  la  posterior toma del poder en la isla.

En los expedientes consultados también se encontró que la DFS documentaba todos los libros que editoriales de corte socialista hacían sobre los líderes revolucionarios, incluso se documentan reportes de su estado de salud.

En la caja 411 del Palacio Negro de Lecumberri, el órgano de inteligencia del gobierno mexicano informaba que tras la detención de los revolucionarios en la Ciudad de México por sus movimientos sospechosos, se encontró una gran  cantidad  de armamento, así como el rancho en Chalco, Estado de México, donde 40 simpatizantes realizaban prácticas de tiro, fabricación de armas y de bombas, tácticas de guerrilla y voladuras de dinamita.

En su reporte, la DFS señalaba que el grupo se financiaba con recursos enviados por simpatizantes desde Cuba, Miami, Nueva York “y diversos sectores de México, fluctuando sus gastos mensuales aproximadamente en 400 dólares para el sostenimiento de los 40 miembros”.

Incluso, la DFS tuvo conocimiento de las claves que usaban en la correspondencia que interceptaba, “con el uso de timbres postales nacionales y cubanos que, de acuerdo con su clasificador y precio, expresaban una frase clave, tales como: ‘Tenemos espías’, ‘Estoy muy vigilado’, ‘Han ingresado grupos de otras organizaciones’”.

En las conclusiones del primer reporte hecho sobre los guerrilleros cubanos, Gutiérrez Barrios afirmaban que no existía ningún nexo ni ayuda con los grupos comunistas mexicanos.

Posterior al triunfo de Castro Ruz y Guevara de la Serna, la DFS mantuvo vigilancia sobre ello. Por ejemplo, en un reporte hecho el 23 de junio de 1963 se informó que Manuel Marcue Pardiñas, director de la revista Política, había girado instrucciones para que en su siguiente número se incluyera un escrito del Che Guevara, titulado “El Socialismo y el hombre en Cuba”, en el que, se indica, se hace un relato humanista del proceso humano dentro de la Revolución Cubana.

“Dicho documento lo trajo consigo de La Habana la periodista argentina Raquel Tibol, la que se ha dedicado a sacar copias del mismo, una de las cuales obsequiará al pintor David Alfaro Siqueiros”.

Un doble del Che. La DFS no escatimaba en investigar todo lo relacionado con el Che Guevara y ejemplo de esto es el rumor que hasta la dependencia federal llegó de que un médico de nacionalidad argentina daba consultas en su domicilio y que tenía parecido con el líder revolucionario.

“Efectivamente el investigado tiene parecido a Ernesto Che Guevara, es de nacionalidad argentina, y se llama Lorenzo Suárez, pero cambia su nombre por el de ‘Sr. de la Peña’, no mostró documentos de identidad, excusándose de que está recién operado de la vesícula y que tiene el sistema nervioso alterado. Estamos investigando en la Secretaría de Gobernación su documentación y su ideología política”.

La DFS también interceptó la correspondencia que llegaba a la embajada de Cuba en México y aseguraba que la sede consular servía como receptora de propaganda, la cual más adelante se enviaba a otras naciones, debido a que, afirmaba la Dirección, buscaban evitar dificultades que en algunas naciones tenían sobre la correspondencia procedentes de la isla.

“Uno de los últimos envíos del gobierno cubano utilizando este sistema contiene un folleto intitulado Mensaje a la Tricontinental por el comandante Ernesto Che Guevara, en el que se adjunta una hoja impresa que contiene las bases del noveno concurso de Radio Habana, Cuba”.

La DFS también logró tener copia de un telegrama que el muralista David Alfaro Siqueiros envío al primer ministro del gobierno de Fidel Castro Ruz por la muerte del Che Guevara, ocurrida el 9 de octubre de 1967.

Según el reporte, antes de que el pintor tomara el avión para viajar a la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, por la conmemoración de los 50 años de la revolución rusa, mandó el siguiente mensaje al gobierno cubano:

“La más clarividente y fecunda de las sangres derramadas en las luchas armadas de los pueblos es, sin duda alguna, la que fecunda más vigorosamente sus victorias definitivas a través de la historia. ¡Larga vida, camarada y amigo Che Guevara, que combatiendo salió de México y vuelve a México combatiendo!”.

 

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