Juchitán de Zaragoza.— Aunque se llama Fernanda Alelí, en el hospital Macedonio Benítez Fuentes, de Juchitán, el personal médico la conoce como La Niña Milagros, y todo porque nació minutos antes del terremoto de 8. 2 grados que colapsó el inmueble el 7 de septiembre del año pasado y sobrevivió “de milagro” en medio de la contingencia.

Brígida Orozco Santiago la carga y sonríe para las cámaras, no es la tía, ni la madrina, no es ningún familiar, es la enfermera que la salvó esa noche. Ella fue la invitada especial de Fernanda Paz y Tomás Saturnino, padres de la niña, a la fiesta de cumpleaños.

Fernanda Paz no recuerda el sismo, estaba anestesiada. El terremoto comenzó exactamente cuando la estaban suturando, pero la luz se fue y no lograron cerrarle las heridas de la cesárea. Al despertar se percató de que el quirófanoestaba a oscuras, que el lugar se había colapsado y no veía a su hija.

Las salidas y entradas del hospital estaban totalmente bloqueadas por escombros, así que su esposo, quien estaba esperándola en la sala, entró a rescatarla y con la ayuda de otros enfermeros la sacaron en una de las camillas al patio baldío ubicado enfrente del hospital.

La herida seguía abierta, pero esa no era la principal preocupación de la pareja, sino el paradero de la bebé, ella no aparecía. En la oscuridad lograron ver a Brígida cargando a la niña, las dos cubiertas del polvo de los escombros. Pero no todo concluyó ahí, Tomás tuvo que conseguir leche para la bebé, así como ropa y una lona para ambas.

Mientras, los médicos y enfermeras decidieron engrapar la herida de Fernanda, alumbrándose con la lámpara de un celular.

Las Fernandas sólo estuvieron un día en el hospital, después se les buscó un mejor refugio, en lo que se reparaba su vivienda, que también sufrió severos daños.

Un año ha pasado y la amarga experiencia no se borra de la mente de Tomás y Fernanda, pero al ver a su hija crecer sana se sienten privilegiados por el milagro de esa noche y nunca dejan de agradecer a la enfermera Brígida salvar a la niña y poner en riesgo su vida.

“Jamás vamos a olvidar esa noche. Mientras yo viva estaré recordándolo cada 7 de septiembre y siempre contaré el milagro que vivimos. Nuestra niña, aunque no se llame Milagros, lo es para nosotros”, comenta la madre mientras hace muecas a su hija que se aferra a su cuello.

 

La Niña Milagros no fue la única que nació la noche del sismo en el Hospital Macedonio Benítez Fuentes, los servicios de salud tienen registrado el nacimiento de otro bebé en el centro de salud de Santa María Xadani.

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