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En días pasados, mujeres veracruzanas se estremecieron al escuchar en las noticias que las autoridades habían localizado una mega fosa clandestina con 166 cráneos de personas, hoy suman 170 revelaron fuentes ministeriales, ahora deben enfrentar la difícil tarea de revisar las ropas halladas entre los restos humanos.
El peregrinar de madres, padres, hermanos e hijos ha iniciado en los servicios periciales para ver y tocar las más de 200 prendas de vestir encontradas en el segundo cementerio clandestino más grande del estado, ubicado en el puerto de Alvarado.
Apenas un día después de que la Fiscalía General del Estado dio a conocer el hallazgo de la fosa, un grupo de 32 personas acudieron a la Dirección General de Servicios Periciales para identificar ropa o restos hallados en la zona centro del estado.
Algunas madres, con los ojos llenos de lágrimas, relataron que dentro de las instalaciones les fueron presentadas ropas que fueron desenterradas y pertenecieron a personas ahí inhumadas clandestinamente.
Todo les pegó duro, en lo más profundo de su alma, pero divisar ropa de niños y bebés los rompió por completo.
"Había ropa de mujeres y hombres, de gente joven la mayoría; había ropa de bebés, de niños pequeños”, relató con fortaleza Silvia Ramírez al abandonar las oficinas.
Hasta ahora no se sabe si entre los cráneos encontrados hay algunos de menores de edad, pero la mujer vio prendas de al menos ocho niños y, por supuesto, ropa de muchos jóvenes.
“En lo que ví (podría haber ocho niños), eran sudaderitas con gorro, pantaloncitos cortos y chanclitas", contó.
En los próximos días seguirá el peregrinar de integrantes de colectivos de búsqueda de personas desaparecidos, esos que han luchado sin parar para ubicar fosas clandestinas en todo el territorio veracruzano.