Adriana Iturriaga Mauricio, de 23 años, es tenaz y disciplinada. Le gusta nadar y es una deportista de alto rendimiento. En noviembre pasado se postuló para el concurso de reina de la Feria de Guadalupe, Zacatecas y ganó: este sábado fue coronada y se convirtió en la primer reina con síndrome de down en la historia del estado.

Adriana Mauricio, madre de Adrianita -como la llaman su familia y amigos- platica que “cuando la invitaron a inscribirse para el casting de este certamen, pensé que ese tipo de competencias no eran para mi hija: “ya que normalmente en esos casos se les da prioridad en lo físico y se enfocan en jovencitas muy estéticas, con tallas y estaturas perfectas, pero cuando me dijeron que era una convocatoria inclusiva, decidí preguntarle si deseaba participar”.

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“Le pregunté si quería entrar a ese certamen, que ahora dejaría un poco la ropa deportiva como normalmente es su vestimenta para ponerse vestidos y maquillaje, Adrianita se entusiasmo y dijo que sí”, añade.

Incluso, refiere que el día del casting se le complicaba acompañar a su hija, porque tenía mucho trabajo en el negocio familiar que tienen, pero Adrianita le dijo que no se preocupara que ella podía quedarse sola a esperar su turno, así que solo la encargó con las organizadoras y pasó los filtros como las demás de aspirantes.

Finalmente le notificaron que ella era una de las cuatro candidatas elegidas, junto con Valeria, Cecilia y Marisol, quienes integraron a Adriana y convivir sin distinción con ella.

Desde un principio, Adriana Mauricio le advirtió a su hija que tal vez no fuera la ganadora, algo que tomó con madurez, al expresar que ya sabía que era una competencia, pero por haberla integrado en este certamen, ella ya se sentía ganadora obtuviera o no la corona.

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Debido a que el método para ganar la corona fue recabar el mayor número de fondos, Adrianita motivaba a toda su familia a hacer kermeses y venta de manzanas con chamoy, incluso, por las noches ayudaba a prepararlas, pero por ser una jovencita reconocida en el deporte y por ese reconocimiento y cariño de mucha gente le tiene, comenzaron a surgir los patrocinadores.

Cada candidata realizó diferentes actividades para recabar fondos, pero el pasado jueves al realizarse el cómputo final, Adriana obtuvo el primer lugar con 53 mil 864 pesos, mientras que Valeria, Cecilia y Marisol quedaron en segundo, tercer y cuarto lugar, respectivamente.

Campeona olímpica

Al nacer con el síndrome de down sus padres decidieron a sacarla adelante y hacer todo lo posible para ayudar a su desarrollo, así que desde los ocho días comenzó con su terapia física y eso le permitió que caminara al año ocho meses.

Al enterarse que la natación era una disciplina muy completa para su desarrollo psicomotor y de lenguaje, desde los cuatro años comenzó a nadar y así inició su trayectoria como nadadora hasta que a los 12 años ganó sus primeros listones en las olimpiadas especiales al obtener el sexto y séptimo lugar a nivel nacional.

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Sin duda, Adrianita también sufrió bullying y exclusión de niña, debido a que sus padres batallaron para que fuera aceptada en las escuelas regulares, sobretodo en la época de su primaria hace más de 15 años, pero ante esa lucha férrea de ella y su familia por demostrar que ella tenía un desarrollo que le permitían cursar su educación  en esas instituciones educativas y no sólo en las escuelas especiales.

La natación fue su aliada, y  paso del tiempo ha demostrado su capacidad, principalmente en su formación como nadadora, ya que cada año ha participado en olimpiadas especiales y paraolimpiadas nacionales en las que ha ganado medallas de oro, plata y broce. Incluso, en marzo obtuvo dos medallas de plata y una de bronce en los Juegos Olímpicos Especiales 2019, realizados en Abu Dhubai, Emiratos Árabes Unidos.

Al convertirse en una medallista mundial y obtener reconocimientos de las autoridades gubernamentales, ha permitido que Adriana sea visible, además de que le gusta atender toda invitación que le hacen a eventos públicos.

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Foto/ Especial

Su madre comenta que su trayectoria ha permitido que su hija se más sociable, pero ahora en su faceta de candidata a reina vio que se emociona arreglarse, ponerse vestidos y hasta tacones, pues fue un cambio drástico dejar los tenis por las zapatillas, pese a que se percató que en algunos eventos oficiales le calaban los zapatos, pero ella nunca quiso quitárselos, porque siempre deseaba lucir bien.

En estas semanas de candidata, Adrianita constantemente le preguntaba  a su madre si acaso la sancionarán por no ir diariamente a sus entrenamientos de natación, quien le expresó que tenía permiso para ausentarse, por ende, se concentró en esta otra competencia, en la que se siente muy halagada, no sólo porque ella ganó ella, sino también la inclusión.

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