Guadalupe, NL.— Margarita Zavala hizo campaña en esta entidad, que es uno de los estados donde tiene más seguidores y donde más firmas recabó. Incluso el ex gobernador panista, Fernando Canales Clariond, es quien encabeza políticamente su estructura.

Al paso de los días, a Margarita Zavala se le nota más desenvuelta y con un discurso más aguerrido. Buscó el voto de los neoloneses en uno de los cruceros más importantes de esta ciudad. Se subió a los asientos de un parabús, tomó el micrófono y desde ahí agradeció a sus voluntarios el apoyo. También repartió volantes entre los conductores que transitaban por las avenidas Azteca y Plutarco Elías Calles, y hasta le dio tiempo de tomarse una gran foto con los colaboradores que defenderán su voto el próximo 1 de julio al pie del autobús, el cual aún no tiene nombre.

Por la mañana, compareció ante aproximadamente 300 estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, de la Escuela Libre de Derecho, de la Del Valle de México y de la URRE. Los estudiantes preguntaron libremente, y uno de ellos, Carlos, fue quien la cuestionó sobre su religión y cómo separarla de temas polémicos, como el aborto, las uniones gays y la legalización de la marihuana.

La ex panista no dudo y aceptó que es católica y con valores cristianos, pero no impondrá su religión para gobernar en temas como el aborto, matrimonios igualitarios o la legalización de la marihuana.

Zavala Gómez del Campo dijo que a nadie le va a imponer lo que ella piensa, es importante que los ciudadanos sepan lo que cada candidato piensa, agregó que cree en el Estado laico, y al ser abogada dijo que es respetuosa de las leyes y las instituciones.

“A nadie le voy a imponer, yo no le impongo a nadie, de entrada porque soy abogada, creo en las leyes, a nadie le voy a imponer lo que yo pienso, pero me parece importante que sepan lo que yo pienso. La otra es que creo en el Estado laico para no imponer lo que piensas, soy abogada y soy respetuosa de las leyes y de las instituciones”, dijo ante la pregunta de un estudiante.

Aseguró que tampoco utilizará su religión para convencer a los ciudadanos de que voten por ella o para afirmar que ella es la iluminada que el país necesita, pero dijo que al tener valores humanos y religiosos, la hacen mucho mejor candidata y le conviene más al pueblo de México tener un Presidente que tenga límites éticos y tenga sentido de la transparencia.

Llámenme Presidenta. Margarita Zavala dijo que le gustaría que le llamaran Presidenta; explicó que ya investigó y el diccionario de la Real Academia de la Lengua permite Presidente y/o Presidenta, y al ser la única mujer, de esa manera se distinguirá, además de que le ha costado mucho trabajo estar en la boleta.

Reiteró que López Obrador es el ropavejero de la política, porque en su movimiento caben, “desde un delincuente, hasta alguien que opina todo lo contrario”.

Demagogia. La ex panista aseguró que si la política de la demagogia gana, México perderá, y si este tipo de hacer política gana con discursos que polarizan y excluyen, dividen y enfrentan, solamente se está convirtiendo la campaña en un ring de agresiones.

“Si la política de la corrupción, abanderada con honestidad, gana, nuestro país pierde, y yo quiero que México, si la política de la demagogia que genera discursos que polarizan, que excluyen y que dividen, que enfrentan y que convierten las elecciones [en] un ring de agresiones y no de soluciones, [si] esa demagogia gana, nuestro país pierde”, describió Zavala.

En este contexto, la ex primera dama se solidarizó y expresó sus condolencias por el asesinato de Juan Carlos Andrade Magaña, alcalde con licencia de Jilotlán de los Dolores, Jalisco, y candidato a la presidencia municipal; pidió al Estado que tome cartas en el asunto y el proceso electoral se maneje en paz.

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