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La despenalización de la marihuana en la cadena completa de producción y en la variedad de usos, desde el manejo de la semilla hasta la exportación e importación, avanza en comisiones del Senado, que previamente al inicio de sesiones cuenta con un predictamen que suaviza las sanciones a la posesión.
En la actualidad es ilegal y se castiga con cárcel la posesión de más de cinco gramos de marihuana.
Al terminar la prohibición, una persona con 28 gramos de yerba no legal y hasta 200 gramos recibirá una amonestación, castigo de trabajo comunitario, hasta 36 horas de arresto, multa de 60 a 120 Unidades de Medida y Actualización (UMA) y le será decomisado el producto.
Más de 200 gramos de cannabis no autorizada será objeto de las sanciones previstas en la Ley General de Salud y el Código Penal Federal.
Cabe señalar que con la prohibición, portar más de cinco gramos de marihuana ha sido motivo de que personas purguen condenas de prisión; además, por décadas la siembra y cultivo de la planta ha sido castigada con cárcel a campesinos en zonas marginadas.
En sus artículos transitorios se establece un plazo de aplicación de la reforma. El Instituto Mexicano del Cannabis (IMC), organismo encargado de la etapa de la marihuana legal, tendrá que estar en funciones el 1 de enero de 2021, y correrán tres meses para que éste emita su reglamento, con base en el cual serían aplicadas las nuevas disposiciones.
En 2022, cuando ya esté en funciones el IMC, se deberá contar con un Plan Nacional de Seguimiento y Mejora de la Implementación de la Regulación del Cannabis.
La Ley para la Regulación del Cannabis busca “el empoderamiento de los grupos campesinos, agricultores y comunidades, en la actividad de siembra, plantación y cosecha”, tareas por las que por décadas han sido perseguidos.
En ese sentido, acabar con la prohibición, señala la ley, propone el “fomento de la paz y de la seguridad de la sociedad, al contribuir a la disminución del mercado ilegal y, con ello, del crimen organizado”. Se contribuirá también a la disminución de la corrupción y la violencia.
La reforma sobre cannabis quedó pendiente el año pasado, y se prevé que figure en las agendas legislativas de las bancadas para los trabajos de febrero a abril próximos en el Senado de la República.
El anteproyecto, que se ha elaborado en las comisiones unidas de Justicia, Salud y estudios legislativos segunda, con opinión de la de Seguridad Pública, presenta una Ley para la Regulación del Cannabis y reformas a las leyes General de Salud y del Código Penal Federal.
Como se ha señalado, en el consumo personal se autorizarían establecimientos regulados, sin acceso a menores de edad.
Además, se prohibiría fumar marihuana en lugares públicos, en presencia de menores y contra la voluntad de adultos.
El Instituto Mexicano del Cannabis, que será la autoridad reguladora de las cadenas de producción y el mercado nuevo, será una entidad sectorizada en la Secretaría de Gobernación (Segob).
La obtención de la semilla hasta la distribución, industrialización e incluso la exportación del cannabis y sus derivados deberán estar registrados ante la autoridad para gozar de los beneficios de la regulación.
Por otra parte, se indica en el anteproyecto, se busca reglamentar el uso personal, lúdico, comercial, farmacéutico, médico, cosmetológico, así como el de investigación.
Asimismo, está prevista una transición del mercado irregular hacia la legalidad. En esa fase se proveerá de semillas y plantas a los productores de autoconsumo que se registren con la autoridad en los primeros seis meses de vigencia de la ley.
Durante los cinco años iniciales de la regulación, al menos 40% o más de las licencias para producir cannabis serán otorgadas a campesinos y ejidatarios que hayan sufrido los programas de erradicación de plantíos.
Se considera a esta disposición legal como una medida de justicia social para resarcir los daños generados por la prohibición.
A partir de la regulación, en la economía formal será posible almacenar cannabis, comercializarla, distribuirla, empaquetarla, etiquetarla, así como exportarla.
Se considera también patrocinar esta actividad, en la que personas físicas o morales potencien la oferta de cannabis para atraer clientes y aumentar ventas.
Dentro de la ley, de acuerdo con el anteproyecto de dictamen de la Cámara de Senadores, el uso lúdico será posible en forma individual o compartida en asociaciones de consumo. Se abre el campo de la investigación, una rama de la industria en general y de la farmacéutica.