El rumor de una fuga en el ducto de gasolina Tuxpan-Tula se propagó entre los habitantes del municipio de Tlahuelilpan, Adán Hernández Mejía de 34 años fue uno de los tantos que esa tarde acudió con sus cubetas y bidones a recolectar gasolina.

"No somos rateros, muchos viendo la barca abierta pecamos", comenta Ruth Saucedo familiar de Adán Hernández; desde la noche del viernes se organizó con otros vecinos del municipio donde ocurrió la explosión para buscar a sus familiares.

Ruth manifiesta que en su comunidad llevaban ocho días sin gasolina, al enterarse de la fuga en el ducto los vecinos se apresuraron para abastecerse del líquido que por más de una semana buscaron sin éxito alguno.

"Somos gente honesta, trabajadora, llevábamos ocho días sin gasolina y caímos en el error, vimos la barca abierta y pecamos", exclama con los labios partidos y blanquecinos por la sed.

Ruth reconoce que fue "irresponsable" el hecho de que su familiar fuera al ducto con tambos para cargar gasolina, puesto que sabía del peligro que corría, pero asegura que fue por necesidad.

"Fueron ocho días sin gasolina ya no teníamos como desplazarnos, si fue una incosnciencia y quizá estamos pagando por ello, pero lo único que queremos es encontrar a nuestra familia", expresa con los ojos enrojecidos.

Detalla que aunque las autoridades les comentaron que debían esperar entre tres y cuatro semanas para los resultados de las pruebas para conocer la identidad de los cuerpos que no fueron reconocidos, destaca que no pueden quedarse cruzados de brazos.

"Yo no voy a enterrar a alguien que no sea mi familiar, no voy a enterrar las cenizas de alguien más por eso estamos desde ayer buscando en los hospitales para encontrarlo", dice sollozando.

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