Entre el olor a marihuana y música de reggae, alrededor de 300 personas se reúnen en el jardín de La Ciudadela, en el centro de la Ciudad de México, para celebrar el festival “420”, donde exigen al  gobierno de Andrés Manuel López Obrador que impulse la despenalización de la marihuana, por los beneficios que aseguran tiene esta planta.

Desde el mediodía de este sábado, las asistentes a esta celebración, jóvenes en su mayoría, forjan sin ninguna inhibición cigarros de marihuana, a pesar de que alrededor del jardín hay cinco elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México. 

“Es una fiesta de paz para exigir que la marihuana sea legal en México. Se ha hecho mala fama a esta planta y no se ven los beneficios que puede traer a nuestra sociedad, tanto médica, como industrialmente. Pero sobretodo, si la queremos fumar por gusto, pues no tendría que haber ningún tipo de restricción a quienes nos gusta”, comentó Alberto Mosqueda, de 19 años.

El joven que hizo casi dos horas en llegar desde EcatepecEstado de México a esta celebración, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador a que su gobierno impulse la despenalización de esta droga, “pero también la de otras drogas que todavía son ilegales como la amapola, la cual se ha demostrado que puede servir para el uso en medicinas”.

Con celebraciones alrededor del mundo, el 20 de abril hace referencia al “4:20” un término adoptado para hacer referencia al consumo de marihuana y a la subcultura que se ha creado en torno a esta droga.

El 20 de abril también es una fecha utilizada para realizar protestas a favor de la legalización de la cannabis en donde la droga sigue siendo ilegal.

El pasado 9 de abril, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, urgió al Senado a legislar en la regulación de la marihuana, pues advirtió que día a día hay un incremento en su consumo y desde edades más tempranas.

Sánchez Cordero señaló que la regulación de la cannabis no significa despenalizar ni legalizar, sino reformar el uso y consumo de las drogas, como la marihuana. La titular de Gobernación afirmó que la política prohibicionista que se ha seguido en los últimos años en México ha incrementado la violencia y criminalizado a un sector de la población que la consume.

“Esta estrategia ha fallado en proteger la salud, la seguridad y el respeto de los derechos humanos de los consumidores. Lejos de inhibir el problema, se ha registrado un incremento de las organizaciones criminales derivada del aumento del consumo internacional y nacional de cannabis”, expresó.

Comentó que en la regulación de la marihuana el mayor reto es equilibrar el enfoque de salud pública, con los intereses derivados de su comercialización.

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