En 1968, el joven Diego Fernández de Cevallos, entonces dirigente de las Juventudes Panistas, se presentó en "Las Islas" de la Ciudad Universitaria para participar en el diálogo propuesto por el Consejo Nacional de Huelga (CNH), la Asociación de Padres de Estudiantes del IPN y la Unión Cívica de Padres de Familia de la UNAM, con el propósito de debatir con legisladores y autoridades del Departamento del Distrito Federal y del Gobierno Federal, este último encabezado por el presidente Gustavo Díaz Ordaz.

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Fotografía: Cortesía

Como lo captó la lente de EL UNIVERSAL hace exactamente 50 años, Fernández de Cevallos visitó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para solidarizarse con los estudiantes y anunció que los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) plantearían el problema estudiantil en la Cámara de Diputados.

Aseguró que los diputados y senadores de su partido no se habían presentado antes en el campus "porque no querían violar la autonomía universitaria ni capitalizar el movimiento".

Ante 20 mil personas que acudieron con la esperanza de iniciar un diálogo, Fernández de Cevallos señaló que "quienes hoy se dicen hijos de la Revolución niegan ésta". También criticó aquello que calificó como la "mafia del gobierno" y aseguró que "el movimiento tocó al fin uno de los tabúes en México: el presidencialismo."

Junto a él también se presentaron personas como Jesús González Schmal, otro dirigente panista y hoy coordinador general de la Autoridad del Centro Histórico de la Ciudad de México, y Heberto Castillo, entonces profesor de la Facultad de Ingeniería e integrante de la Coalición de Profesores de Enseñanza Media y Superior Pro Libertades Democráticas.

Este último, futuro fundador y candidato presidencial en 1988 del Partido Mexicano de los Trabajadores, afirmó que a pesar de la ausencia de legisladores y funcionarios públicos en el debate, los estudiantes insistirían en el diálogo. "El diálogo se sostendrá en donde quieran y como quieran, pero no a solas: ha de ser público", dijo. También solicitó al Telesistema Mexicano que otorgara un espacio para que el CNH expusiera a la población mexicana sus exigencias.

Al tomar la palabra, Marcelino Perelló, entonces estudiante de la Facultad de Ciencias y dirigente del CNH, señaló que los estudiantes aceptaban la responsabilidad que la sociedad había delegado en ellos y por lo tanto debían "asumirla sin indecisiones".

"El gobierno tiene una forma sencilla de terminar el conflicto:aceptando los puntos que reclama el movimiento", dijo.

Hace medio siglo, 20 mil personas estuvieron reunidas en "Las Islas" durante varias horas en espera de la llegada de los funcionarios públicos, quienes nunca llegaron. Pero ese conjunto de estudiantes, maestros, trabajadores y sociedad en general gritó y echó porras al CNH y a las organizaciones solidarias.

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Fotografía: Cortesía

En el mitin aparecieron imágenes de Ernesto "Che" Guevara, así como las consignas de "Prohibido prohibir" "Haz el amor, no la guerra".

Al cumplirse en ese entonces un mes del inicio del movimiento estudiantil, la lucha de miles de jóvenes y de otros sectores de la población continuaba cada día más fortalecida.

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