Matamoros, Tamaulipas.- En medio de una gran ovación, lagrimas, porras y música de mariachi fue recibido el ataúd con los restos del párroco Martín Guzmán Vega en la iglesia Cristo Rey de la Paz del Ejido Santa Adelaida.

El sacerdote fue asesinado a puñaladas, luego de que la persona encargada de ayudarle en la parroquia, saliera a comprar alimentos para cenar.

Vecinos del sector aseguraron que escucharon los gritos de Guzmán Vega pidiendo ayuda, cuando se acercaron observaron al sacerdote en medio de un charco de sangre por lo que lo trasladaron al Hospital Alfredo Pumarejo, en donde murió minutos después.

El féretro con los restos de Guzmán Vega arribó a la parroquia de Santa Adelaida donde ya lo esperaba el obispo Eugenio Lira Rugarcía, sacerdotes y la feligresía del ejido que se congregó para recibirlo.

El obispo de la Diócesis de Matamoros expresó que, desafortunadamente, los sacerdotes no están exentos de padecer la inseguridad que se vive en Tamaulipas y en todo el país.

"Corremos la suerte de cualquier ser humano los sacerdotes, estamos con la posibilidad de ser víctimas de alguna forma de violencia. Compartimos la suerte de todas las personas y vamos a seguir con nuestro trabajo, pase lo que pase".

Expresó que la feligresía, así como quienes representan a la iglesia católica, se encuentran tristes y han manifestado el pésame y solidaridad para con la familia del párroco.

"Lo que nos llena de fortaleza es que hay algo después de esta vida terrena, vamos a pedir que Dios le de fortaleza a su familia y también vamos a pedir para que Dios toque el corazón de aquellos que siguen el camino del mal, para que cambien de vida, se corrijan y que podamos vivir en paz, con una vida digna".

El obispo informó que éste sábado se tendrá en punto de las 12:00 horas una misa y posteriormente la familia del sacerdote, oriundo de La Piedad, Michoacán, trasladarán los restos a su tierra de origen para darle sepultura.

"Esto no puede suceder, no es posible que una persona prive a un semejante de la vida. Debemos evitar cualquier forma de violencia, debemos respetarnos unos a otros", expresó el obispo Eugenio Lira.

Tras la ceremonia religiosa, un grupo de mariachis entonaron diversos temas, mientras la feligresía se acercaba al féretro para despedirse entre lágrimas del cuerpo del sacerdote.

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