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Ante el misterio que envuelve la muerte del comisionado Carlos Alberto Bonnin, sus compañeros en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) lo recuerdan como una persona trabajadora, alegre y que esperaba un segundo hijo.
Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana y Maestro en Derecho Internacional por el TEC de Monterrey, el funcionario que tenía 38 años es recordado por ser el primero en llegar a su oficina en los distintos trabajos en los que se desempeñó.
Antes de prestar su servicios como comisionado, laboró cercanamente con la actual secretaria de Función Pública, Arely Gómez, tanto en la Suprema Corte como en el Senado, y posteriormente en la Procuraduría General de la República (leer perfil completo).
Fue apenas en abril de este 2018 cuando Bonnin fue nombrado comisionado en el Inai, donde este martes 27 de noviembre cayó del quinto piso para luego fallecer, al perecer, de un infarto.
Según narra Salvador García Soto en su columna de EL UNIVERSAL, tanto colaboradores como comisionados se dijeron en shock por la noticia.
“Cuando nos dijeron que había saltado nadie podíamos creer la idea de un suicidio. Era uno de los comisionados más activos, imparcial y comprometido con su trabajo. Iba a tener
un segundo bebé y se le veía contento y muy preocupado por su esposa”.
Así lo describe uno de los integrantes del instituto, palabras que comparte este miércoles el periodista Salvador García Soto en su colaboración para esta casa editorial (leer columna completa).
Hasta el momento se manejan dos hipótesis del hecho: accidente y un posible infarto que ocasionó la caída. Por lo pronto, la Procuraduría General de Justicia capitalina informó que investiga un probable delito de homicidio culposo.
* Con información de Alberto Morales
