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En el mercado Hidalgo, uno de los más tradicionales y con mayor historia de San Luis Potosí, se encuentra la señora María Inés, en un pequeño espacio, de menos de 2x2 metros, con una montaña de verduras y legumbres frescas que espera terminar de vender para sacar lo de la renta, los pagos básicos de su casa y ajustar para comer.
Es una mujer de casi 70 años, una edad en la que no se supone que debería seguir trabajando, diariamente carga pesados bultos con sus productos para vender, y espera pacientemente a que algún cliente, de los que se acercan a la pescadería o carnicerías de a lado se decidan a comprar sus verduras.
"ahorita no hay muchas ventas, fue en diciembre cuando si tuvimos más entrada de dinero, ahorita estamos batallando bastante."
Pero asegura que el trabajo la mantiene activa, pues tiene movimiento constante en sus manos y en su cuerpo, lo que le permite mantener en lo general un buen estado de salud.
Doña Inés relata que comenzó a vender desde que era una niña, junto con su madre, después tuvo dos hijos quienes le ayudaban cuándo eran pequeños, pero ahora ambos están casados y pocas veces los ve.
"ellos hacen su vida yo estoy solita como quién dice aquí, a veces me ayudan de vez en cuando porque ellos tienen que hacer sus gastos"
En lo que va de este año las ventas no han sido buenas, pero pasa toda una jornada laboral en el mercado esperando llevar algo de dinero a casa.
"Desde las 10 u 11 de la mañana y no tenemos hora nos vamos como a las 4 o 5 más o menos"
Aunado a ello, señala que desde el mes de noviembre no recibe apoyo gubernamental por el periodo electoral, lo que ha complicado su economía. Pero eso no la detiene, Doña Inés es una mujer que aprendió a trabajar y luchar desde pequeña, y planea seguir trabajando por su bienestar.
"Aquí seguiré hasta que Dios me lo permita, aquí estoy acostumbrada a estar y aquí me siento bien, todos me conocen y entre todos nos cuidamos".
gpl
