El barrio de San Miguel Arcángel, mejor conocido como barrio de San Miguelito, es uno de los lugares más emblemáticos dentro de la historia de la ciudad de San Luis Potosí, al cual arribaron tarascos, huachichiles y mulatos que en aquella época eran utilizados por los españoles para desarrollar las tareas siderúrgicas por la explotación de las minas en Cerro de San Pedro, Real de Catorce y Charcas.

Antes de llamarse San Miguelito se le conocía con el nombre de Santísima Trinidad, se fundó finalmente el 14 de abril de 1597, y es ahí donde nos encontramos a Víctor Manuel Espinosa Romo, quien nació en el barrio y es conocido como “Míster Botas”, un hombre de 56 años quien cuenta que el mote lo adquirió porque a los 12 años y ante la familia numerosa que tenían sus padres, no tenía dinero para comprarse unos tenis, así que pedía prestados unos de mujer propiedad de una de sus primas.

Sus compañeros se burlaban de él y desde entonces se prometió a sí mismo comprarse su propio calzado y una vez que cumplió los 17 años, todos los días usa un par diferente de botas, además de ser un apasionado de las historias y anécdotas de la ciudad; ahora tal como lo ha hecho desde hace cinco años, dedica buena parte de su tiempo para ofrecer recorridos y dar a conocer cosas que ni la historia local o incluso algunos historiadores han registrado.

“Es muy importante dar a conocer lo que hay realmente en este y otros barrios, para que la gente y las generaciones futuras sepan lo que hay que defender”, comenta.

Entre las muchas historias que encierra este barro, se encuentran los nombres antiguos en las calles que aún pueden observarse en varias de las fincas antiguas y que derivaron de leyendas o hechos que se suscitaron en esta zona muy cercana al Centro Histórico de San Luis Potosí, tal es el caso del “Callejón del Diablo”, en lo que hoy es la calle de Zamarripa casi esquina con Miguel Barragán, donde existe un espacio que durante muchos años quedó deshabitado.

Y es que en este lugar se dice que una señora que hacia trabajos de hechicería, conoce a un señor habitante de Soledad de los Ranchos quien le comenta que se siente muy enfermo y que si le puede dar algo para sus males.

El profesor Federico Saucedo Martínez quien labora en la escuela primaria “Marco Antonio Vázquez”, comenta que esta mujer lo pasa, lo ata en una rueda de carreta, le hace algunos trabajos, pero ya no lo suelta. “El hombre grita y se habla de varios días de lamentaciones y cuando  los vecinos dan parte a las autoridades, es cuando la hechicera se da cuenta de que venían por ella por lo que convierte unos perros en caballos y junto unos cacharros, crea una carreta y huye, mientras el carruaje va echando chispas por la calle de Zamarripa, dicen que fue un espectáculo nada agradable”, detalló.

Por su parte, Víctor Manuel Espinosa Romo “Míster Botas”, refiere que se trata de una leyenda de más de 100 años de existencia e incluso está registrada en los libros notariales de la parroquia del barrio de San Miguelito.

Como estas historias de leyenda, se tejen otras más como la de aquella mujer Bertha Ortiz, conocida como “Bertha La Loca”, quien se paseaba por la calle 5 de mayo. También se habla de Francisco Villalobos Malo “Pancho Loco”, quien vivía sobre la calle de Pascual María Hernández y aquella casa con un búho sobre la fachada de una casa en la que habitó Claudia Zulley Mares “La Loca Zulley”, quien ataviada con un andrajoso vestido de novia deambulaba por las calles debido a que su novio jamás se presentó el día de su boda.

Al igual que estas leyendas, confluyen en este lugar múltiples historias que ante la actividad mineral que se dio en San Luis Potosí, el sitio se convirtió en sus primeros años en lugar de muchas leñerías y carbonerías, además de que algunas fincas aún conservarían añejos tesoros enterrados y ocultos producto del oro y plata que se extrajo de estas zonas mineras.

Hoy en día la escuela “Marco Antonio Vázquez”, mantiene vestigios de roca, en lo que antes eran colocadas las lápidas de los muertos antes eran depositados en este sitio, ya que en esos años cada uno de los barrios funcionaba como especie de autogobierno y cada uno de estos sitios debería contar con su propio cementerio, hasta que se erigió un gobierno que ordenó un cementerio oficial, por lo que varios cuerpos fueron exhumaos y trasladados al nuevo sitio, de ahí que también se mencionan apariciones alrededor de esta zona.

“Míster Botas”, se encuentra como lo ha hecho desde hace varios años, listo para ofrecer sus recorridos e intercambiar historias con la gente que puede aportar algo interesante para enriquecer su trabajo. Él no se considera historiador, pero ha recopilado personalmente todas y cada una de las anécdotas que se dan alrededor del barrio de San Miguelito y de muchos otros espacios de la ciudad de San Luis Potosí.

sergio.marin@clabsa.com.mx

vkc

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