En pleno alumbramiento de la Liga MX Femenil de nuestro país, con apenas sus primeros pasos, sus primeros partidos, sus primeros goles, sus primeras emociones, sus primeros récords, sus primeros logros... también comienzan sus primeros retos.

Uno importante, pero no determinante, es el tema de medir cómo recibe el mercado a este producto.

Televisoras, sobre todo con canales de paga, han levantado  la mano y han apostado por llevar a sus pantallas la Liga MX Femenil, pero ahora vendrá la parte importante: la demanda.
¿Qué tanto los patrocinadores utilizan al futbol de chicas para llegar a un mercado?  ¿De qué tamaño es ese mercado?  ¿Cuál es su valor?  ¿Cuál es su fuerza de consumo? ¿Qué tanto interesa a los televidentes y a los patrocinadores? ¿Hasta dónde ir a un partido de la Liga MX Femenil es “porque son las chicas, hay que apoyarlas”?

¿Y  hasta qué punto está dispuesto a invertir no sólo tiempo, sino dinero, un aficionado en ese productor?

Algunos equipos  ya  están cobrando las entradas a los partidos. Este torneo será una buena prueba para evaluar qué tanta demanda tiene. Ver cuántos de esos aficionados dejan el discurso de apoyar por el simple hecho de que es una liga de mujeres e invierten.

Es importante este ejercicio, porque será el mercado y su demanda, sólo eso, lo que le ponga el real valor.

Chivas y  América, por ejemplo, son marcas que arrastran por su nombre. Basta ver la cantidad de escuelas que tienen por todo el país y más allá de nuestras  fronteras.   Esas   marcas dentro  del  futbol  mexicano tienen un gran peso; sin importar género o categoría, venden, pero hasta para ellos es importante medir qué tan ansioso, en términos dinero, está el mercado.
Será importante medirlo, saberlo, porque lo que no se mide no se puede mejorar.

El futbol femenil se ha convertido innegablemente en una fuerza incluyente en un país que necesita más espacios donde se empareje la cancha, pero también es cierto que debe saberse hasta dónde se puede explotar. No puede ir siempre subsidiado. En algún momento tendrá que encontrar su lugar en el mercado comercial, para tomarlo como un punto de referencia y saber dónde se está, a dónde se quiere llegar y cuáles son las condiciones para lograrlo.

Hay equipos que apenas se están sumando a la Liga, las reglas están cambiando para hacer del futbol de mujeres en nuestro país algo más que sólo una moda. También una industria donde la protagonista del juego sea una deportista de alto rendimiento, profesional, que pueda  vivir de eso y genere recursos. Decir que  hay que mantener al futbol femenil, sólo porque le da un espacio a la mujer es condenar la liga a una muerte segura, además de ser discriminatorio. La Liga MX Femenil tiene que saber dónde está parada, tomar decisiones para que crezca.

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